Progreso.— Ha pasado más de una semana desde que el huracán Milton avanzó frente a las costas de Yucatán, entre la noche del 7 y la madrugada del 8 de octubre. Desde entonces ocho pescadores se encuentran en calidad de desaparecidos; sus dos embarcaciones fueron encontradas, pero sin ellos.
El cuerpo de un hombre sin vida fue hallado en las inmediaciones de El Cuyo, uno de los puertos más lejanos del oriente de Yucatán. La corriente lo regresó a tierra y se sospecha que puede ser uno de los pescadores extraviados.
Pasarán varios días antes de su identificación, pues se deberán hacer pruebas genéticas por su estado de descomposición.
Se los tragó el mar
Las embarcaciones Peyusca 12 y Halcón 1 estaban en altamar cuando llegó el huracán y fueron encontradas días después sin sus tripulantes. En la Halcón 1 viajaban José Luis Junco Hernández (patrón), Aristeo Abreu Ulloa, Javier Francisco Hernández López y Jesús Manuel García Brito.
En el buque Peyusca 12 navegaban por su lado José Ulloa (patrón), Lázaro Esquivel y Marcos García.
Pescadores del puerto de Progreso, con años de experiencia, consideran que ninguno de los ocho hombres regresará con vida. “Ya pasaron muchos días, ni con un milagro”, comentan. También sus familiares ven alejarse la posibilidad de que así sea.
Johana Hernández, esposa de uno de los pescadores perdidos, dice a EL UNIVERSAL que la necesidad obligó a su esposo a estar en el barco durante el huracán. “No sabemos ahora qué pasará... estamos a la espera”.
“No volverán, se los tragó el mar. Después de tres días de naufragio, si no hay rescate es imposible sobrevivir”, aseguró Alejandro Cauich López, pescador con 33 años de experiencia y quien ha vivido percances y tormentas en altamar.
Considera que la Armada se “tardó para salir a buscar a los extraviados. Algo pasó, usaron pequeñas lanchas para ir cuando tienen otros barcos de mayor envergadura y no lo usaron”, denunció.
“Quién sabe… guardaron las lanchas grandes. La Armada de México, la misma zona naval con sede en Yukalpetén ubicó a uno de esos pescadores sobrevivientes, que se llamaba Lázaro; sin embargo, no llegaron por él”, reclamó Cauich López.
Según sus familiares, el hombre no soportó y cayó al mar después de estar encima de una embarcación volteada, sin agua ni comida y completamente deshidratado.
Sin herramientas ni protección
Alejandro Cauich López también señaló que muchos de sus compañeros se lanzan a la mar sin protección, sin GPS, sin chalecos salvavidas y sin avisar a la capitanía de puerto y cuando hay accidentes en altamar nadie sabe dónde están.
El gobernador de Yucatán, Joaquín Díaz Mena, dijo hace unos días que los patrones de barcos abusan de la gente y su necesidad, porque los mandan a pescar durante varios días y no tienen las condiciones adecuadas para su protección.
Cauich López narró que en una ocasión el motor de su embarcación se trabó y estuvo más de 15 horas perdido. “Afortunadamente un barco me encontró y rescató, aprendí mi lección, ahora no salgo si no tengo mi radio de banda civil, GPS o aviso a la capitanía de puerto”.
Otro pescador de Progreso, Gabriel Azueta Pat, denunció que ni la capitanía de puerto ni el ayuntamiento tienen un orden y control sobre la pesquería en la región; sin embargo, ahora el ayuntamiento de Progreso pretende cobrar “espacio de resguardo marino” de las embarcaciones en la caleta del puerto. “Para eso están buenos, pero no para proteger a la gente que se arriesga en altamar”, subrayó.
Cauich López manifestó que la península de Yucatán constantemente está en riesgo por los frentes fríos, ondas tropicales y huracanes, y eso perjudica en gran medida la pesca del estado.
Señaló que es necesario se regulen las pesquerías en Yucatán y que se proporcione apoyo. Agregó que mientras no se obligue a los pescadores a tener medios de protección, seguirán en peligro al salir durante varios días a pescar.
En lo que va del año hay reporte de 29 pescadores perdidos, incluyendo los ocho que no han vuelto después del huracán Milton.
“Es una tristeza para las familias, pero no hay que perder de vista que los mismos pescadores somos los que debemos protegernos”, agregó Alejandro Cauich López.