Más Información
Secuestran y asesinan a delegado de Unión Regional Ganadera en Sinaloa; su cuerpo presenta huellas de tortura
Pifia ortográfica se cuela en transmisión del debate sobre CNDH; “Dictamen a discución” pasa desapercibido en Canal del Congreso
Tapachula.— Niños migrantes en Tapachula tuvieron ayer un día de fiesta con payasos, juegos, pasteles, dulces, refrescos y regalos. Un festejo del Día del Niño, aunque a la gran mayoría le es ajena esta celebración.
El espectáculo, que incluyó a personajes de caricaturas y payasos, arrancó sonrisas a niños y sus madres, quienes durante dos horas lograron olvidar, a través de juegos, actos de magia, juegos dinámicos, concursos y chistes, la situación que están viviendo.
Los payasitos Tinacón y Tinakín regalaron su show a los pequeños migrantes; muchos de ellos han sufrido violencia y hambre en su trayecto hacia territorio mexicano.
“Queremos que este día no pase desapercibido. Estamos regalando sonrisas a niños migrantes que han pasado por situaciones especiales, que sientan que a las personas de México les importan a través de este evento”, dijo Fabiola Díaz, directora de la Fundación Chimumi, que organizó este evento.
Díaz señaló que entre 10 mil y 13 mil menores migrantes con sus padres se encuentran varados en esta localidad fronteriza con Guatemala, de los cuales 50% viven en situación de calle.
Recordó que desde 2018 se observó un incremento de la llegada de extranjeros irregulares provenientes de Honduras, Guatemala, El Salvador, Nicaragua, así como de Haití, Cuba y África, pero de manera especial de familias y menores adolescentes.
Refirió que dichas familias, que huyen de la pobreza, violencia e inseguridad provocada por las pandillas, pasan el día en la calle y parques de esta ciudad, ya que no tienen recursos económicos para rentar una vivienda y los albergues están saturados.
“En Tapachula la realidad del migrante es que no tiene un techo, comida ni ropa; por eso los padres andan vagando y pidiendo limosna. La situación es muy precaria para los niños”, dijo la activista.
La fundación Chimumi brinda atención sicológica, salud mental y física a mujeres, niños y adolescentes migrantes que han sido violentados física y sicológicamente.