Juchitán.— La emergencia por las inundaciones que han golpeado al Istmo de Tehuantepec, en Oaxaca, no ha terminado. Las últimas lluvias provocadas por la Onda Tropical número 31 intensificaron las afectaciones en la población de San Mateo del Mar, con la inundación de viviendas que se localizan en las zonas más bajas y cercanas a los complejos lagunares que rodean a esta comunidad ikoots.
Los habitantes de San Mateo del Mar denuncian que hasta el momento, a más de cuatro días de las inundaciones, ninguna instancia de gobierno ni estatal, ni federal han llegado a valorar la situación real de cómo se encuentran entre el agua las casas y calles del municipio, a causa de la elevación del nivel del en las lagunas. Lo mismo sucede en agencias, barrios y rancherías.
Ante ello, los habitantes piden que se realice una estrategia de apertura de la bocabarra que divide al océano Pacífico con las lagunas, para que se dé el flujo de agua en las zonas inundadas; además, urgen a la colocación de costales de arena, así como alimentos para las familias.
Otro de los problemas que más preocupa a los habitantes de San Mateo del Mar son las fosas sépticas inundadas, que representan riesgo de contaminación en los pocos pozos de agua, por lo que no se cuenta con agua potable
Se organizan pescadores
Una situación similar se vive en San Dionisio del Mar, donde ante la falta de apoyo, a pesar del llamado de auxilio de las autoridades locales y federales, habitantes de Pueblo Viejo y Huamúchil, agencias de este municipio que seguían anegadas, así como de diversas cooperativas de pescadores ikoots, se organizaron para desfogar el agua que inundaba viviendas desde el pasado domingo 12 de septiembre.
Con palas y picos, los pobladores abrieron a mano y de forma provisional la bocabarra Santa Teresa, esa franja de tierra que divide el Océano Pacífico de la Laguna Interior, cuyo nivel de agua subió a un nivel crítico desde el pasado domingo, inundando a varias comunidades.
En ese sentido, las autoridades de la isla Pueblo Viejo lanzaron el llamado de auxilio a la Coordinación Estatal de Protección Civil de Oaxaca (CEPCO) desde el domingo, cuando la laguna que los rodea aumentó su nivel a causa de las lluvia, inundado palapas y viviendas, pero no recibieron respuesta.
La inundación se debe en gran parte al cierre de la bocabarra, cuya apertura debería de realizarla las autoridades estatales con su maquinaria, pero al no lograr esta ayuda, los habitantes de Pueblo Viejo hicieron un llamado a sus vecinos a realizar el pesado trabajo este 15 de septiembre.
Mientras que en Juchitán, las autoridades municipales informaron que terminó de colapsar el subcolector principal de aguas negras, lo que pone en riesgo sanitario a la población.
Asimismo, en entrevista con EL UNIVERSAL, el edil de Juchitán, Emilio Montero Pérez, lanzó un llamado de auxilio al gobierno federal para que agilice los trabajos de restauración del emisor de la red de drenaje municipal de un kilómetro de longitud, que se ejecutó de forma deficiente por parte de la empresa contratada por la Comisión Estatal del Agua (CEA).
De acuerdo con las autoridades municipales, casi a la mitad de su trayecto la obra colapsó en un socavón que deformó la tubería e impidió el cauce libre de las aguas negras, que regresaron a las calles con su fétido olor.