Villa de Comaltitlán.— Los extranjeros que participaban en el Viacrucis Migrante llegaron a un acuerdo con agentes del Instituto Nacional de Migración (INM), con lo que la caravana quedó desmantelada.
El INM aceptó otorgar documentos migratorios a unas tres mil 500 personas que abandonaron Tapachula el pasado domingo con el fin de llegar a la Ciudad de México y, posteriormente, a la frontera norte del país.
Durante una reunión en la explanada de la Presidencia Municipal de Villa de Comaltitlán, el líder de la agrupación Pueblos Sin Fronteras, Irineo Mújica Arzate, expuso a la población migrante que el INM ofrecía realizar un censo de todas las personas que se encuentran en el lugar, para proceder a su regularización migratoria.
Como segundo punto, el Instituto Nacional de Migración se comprometió a instalar mesas de trámite para procesar y entregar a quien lo solicite la forma migratoria múltiple (FMM), la cual permite estar en condición regular en el país por un plazo de 45 días.
Como tercer punto se acordó que los menores de edad no acompañados y los núcleos familiares deberán ser canalizados a Desarrollo Integral para la Familia (DIF), a fin de que la Procuraduría de Defensa del Menor (PDM) resuelva su situación y el INM acatará de manera inmediata la resolución.
El último compromiso que ofreció el INM es dotar de raciones de alimento y agua a las personas migrantes que hayan sido censadas y tramiten sus documentos migratorios en la plaza de Villa de Comaltitlán.
Sin embargo, el INM rechazó la petición del grupo migrante de facilitarles camiones a fin de que puedan llegar a la Ciudad de México.
Los migrantes que integran la caravana aceptaron de forma unánime el ofrecimiento del gobierno federal y con ello se desintegró la caravana, que caminó 58 kilómetros durante cuatro días.