Chihuahua.— “Si mi padre viviera, se volvería a morir”, expresa perturbado Emmanuel al ver que cientos de hectáreas en Bocoyna, su municipio, están ardiendo, pues ahí está uno de los 19 incendios que enfrenta la sierra de Chihuahua.
La sequía, los fuertes vientos y los intensos rayos solares mantienen amenazados a municipios como Guachochi, Bocoyna, Guadalupe y Calvo, Carichí, Guazapares, Temósachic, Balleza, Uruachi, Maguarichi y Casas Grandes, en donde se han registrado más de 500 incendios que representan 266% más de los siniestros ocurridos para estas fechas del año pasado.
Asimismo, la afectación en bosques y tierras se incrementó 894% en comparación al año anterior; sin embargo, afortunadamente no se han registrado pérdidas humanas.
La temporada de incendios 2021 avanza con mucho más riesgo que la del año 2020, debido a la extrema sequía que azota a la entidad, así como a las altas temperaturas registradas en las recientes semanas.
Hasta este martes, la Comisión Nacional Forestal reportó 19 incendios activos, de los cuales Guadalupe y Calvo junto con Guachochi presentan cinco cada uno; Carichí y Bocoyna dos, respectivamente, en tanto que en otras regiones de la sierra se presentan uno por municipio.
De acuerdo con información proporcionada por la Secretaría de Desarrollo Rural del Gobierno estatal, los incendios de Bocoyna y Casas Grandes se han intensificado en los últimos días, debido a las condiciones de viento.
Entre los habitantes de San Juanito, Bocoyna y sus comunidades aledañas, como el Pueblo Mágico de Creel, el incendio iniciado el pasado sábado ha generado una fuerte alarma, ya que se encuentra a una distancia mínima del poblado y se ha ido propagando de forma peligrosa.
En este siniestro, confirmaron las autoridades, hay 27 brigadistas trabajando, más los voluntarios que se han sumado.
Asimismo, en el incendio de la sierra de Casas Grandes, que inició desde el 3 de junio, 145 elementos de la Sedena, Protección Civil Estatal, Conafor, personal de los ayuntamientos y voluntarios lograron poner bajo control el fuego que puso en alerta al noroeste del estado.
Las imágenes de los pinos ardiendo y de las brigadas trabajando en medio del fuego, han despertado la empatía y solidaridad entre los chihuahuenses que se han volcado a organizar centros de acopio para llevar ayuda humanitaria a quienes están trabajando de día y de noche para salvar la sierra de Chihuahua.
Centros de acopio para agua de consumo humano, alimentos enlatados, material de curación y hasta herramientas se han organizado desde la capital hasta los municipios más pequeños.
Y es que, aunque las dependencias estatales y federales pagan los sueldos y alimentación de los brigadistas que se contratan desde enero, precisamente previendo esta temporada, la ciudadanía que no está en posibilidades de acudir a participar en las maniobras de control de incendios, busca la manera de hacer sentir su apoyo a quienes arriesgan su vida en los siniestros.
“La gente está perdiendo a sus animales y sus tierras, esto es demasiado triste”, se lee al pie de las imágenes que circulan a través de redes sociales.
Mientras que Emmanuel, residente de San Juanito, recuerda el amor que tenía su padre por el bosque y clama a las autoridades para que no los dejen solos.
“Esto es lo que le dejaremos a nuestros hijos y nietos, no podemos dejarles sólo cenizas, si esto sigue así, no quedará nada para ellos”, platica consternado.
Lamentablemente, San Juanito, Bocoyna, ya ha sufrido en años anteriores graves daños causados por incendios, algunos de ellos provocados por el grupo de narcotraficantes que opera en la zona y que, entre sus actividades, se dedica a la tala ilegal de árboles.