Llaman a cuarentena, pero góber da permiso para salir

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Desde Aguascalientes, Aguascalientes, nos cuentan que tremendo lío se armó entre el gobierno estatal y el capitalino, una vez que el gobernador, Martín Orozco (PAN), emitió un decreto para que reabran los restaurantes, bares, cafés, cines y otros establecimientos que el miércoles pasado tuvieron que cerrar por orden de la alcaldesa Teresa Jiménez (PAN), quien buscaba evitar la propagación del Covid-19. Para justificarse, nos señalan, el mandatario dijo que sólo los gobiernos estatal y federal pueden imponer la suspensión, pero que, desde su perspectiva, eso no es necesario, por lo que los negocios podrán seguir operando bajo algunas condiciones, como trabajar a 50% de su capacidad. No obstante, nos indican, ni tarda ni perezosa y tras una reunión áspera con el góber, la edil salió al paso e informó que invertirá en apoyos económicos para empresarios y comerciantes, además de invitar nuevamente a sus ciudadanos a mantenerse en casa y comprar en restaurantes, pero a través de entregas a domicilios. ¡Qué tal!

Y donde han surgido cuestionamientos, también por aquello de la “sana distancia”, nos comentan, es en Tamaulipas, debido a que el superdelegado José Ramón Gómez Leal no ha frenado sus actos masivos, a los que acuden un gran número de adultos mayores y niños para recibir apoyos sociales. El tema, nos indican, es que ante los crecientes casos del nuevo coronavirus y las indicaciones de evitar grandes concentraciones, don José Ramón hasta ha presumido en sus redes sociales las fotos de sus encuentros, en las que se le ve teniendo contacto físico precisamente con población vulnerable al Covid-19, bajo el alegato de que “la entrega de programas no se detiene”. Al parecer, nos indican, alguien necesita ver las estadísticas diarias para notar que la propagación del virus tampoco tiene freno.

Y desde Zacatecas nos platican que el fiscal Francisco Murillo Ruiseco llegó con la espada desenvainada a la reunión urgente del Consejo Estatal de Salud que convocó el gobernador Alejandro Tello (PRI), en la que todas las instancias de gobierno definieron medidas tras registrarse el primer caso positivo de Covid-19 en la entidad. El tema, nos dicen, es que en la lluvia de propuestas, don Francisco planteó aplicar mano dura a la sociedad para asegurar una sana distancia social, al restringir actividades que no son indispensables, como gimnasio o fiestas, obligando a la población y apoyándose de las instancias de seguridad, bajo el amparo del delito denominado Desobediencia y resistencia de particulares. Propuestas nivel fiscal.

Hablando de otros temas, nos revelan que quien no puso sus barbas a remojar fue la recién designada auditora general del Órgano de Fiscalización Superior de Veracruz, Delia González Cobos. Resulta, nos explican, que el titular de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), David Colmenares Páramo, criticó que el órgano auditor local haya contratado a despachos externos para revisar las cuentas de gobiernos pasados, ante lo cual doña Delia anunció públicamente que presidirían de sus servicios, pero una semana después del jalón de orejas ofreció un curso de capacitación precisamente a despachos externos o prestadores de servicios profesionales de auditoría a la obra pública. Nada como no conocer aquel viejo dicho de: al buen entendedor pocas palabras.