Las leyendas sobre los nahuales , personas con la habilidad de transformarse en animales u otros seres, han estado presentes en Mesoamérica por cientos de años. En México, estas leyendas todavía aterrorizan a muchas comunidades, quien creen que deben protegerse de los malignos nahuales.
Sin embargo, existe mucha confusión sobre los nahuales y los tona , aunque no deben confundirse. En el caso del nahual, este término se refiere a una persona con la capacidad de transformarse en animal o en otro ser. Por otro lado, el tona “es un animal que entabla una relación mágica con el individuo desde su nacimiento”.
En el Código Florentino , Bernardino de Sahagún define a los nahuales como: “In tlacateculotl mocuepani naoale”, es decir, “el tlacatecolotl es aquel que se transforma, es poseedor de nahualli”.
De acuerdo con la académica Isabel Lagarriga Attias , la figura del nahual aparece en gran parte de los grupos étnicos de México. Esta figura surge antes de la colonización y se creía que un mago podía transformarse en otro ser, principalmente en jaguar , serpiente , ave , perro , comadreja y otros. Según otras leyendas, los hechiceros también podrían transformarse en bolas de fuego, meteoros, o pequeños seres con forma humana. Por lo tanto, el término nahual se refiere tanto a la persona como al animal en que se convierte.
En la época pre colonial, ser nahual estaba “ligado al signo bajo el cual se nacía”. Según el académico Aguirre Beltrán, los nahuales nacían bajo el signo Cequiahuitl . Aunque según otros expertos, los niños nobles que eran ofrecidos “al agua el día de Ceechecatl, que estaba dedicado a Quetzalcóatl”, también eran propensos a ser nahuales.
Por otro lado, una de las leyendas indica que los nahuales desaparecían del vientre de sus madres en cuatro ocasiones. Otro mito indica que los nahuales lo sabían todo sobre el Mictlán y que vivían en el templo.
Los nahuales podían ser buenos o malos. Si eran buenos, se consideraba una persona sabía, con poderes de adivinación, ayuda al prójimo, puede atraer la lluvia y repeler el granizo. En contraste, si un nahual es malo, esta persona es descrita como un malvado hechicero que busca afectar a las personas.
En varias comunidades, la población cree firmemente que los nahuales se transforman en animales por la noche, con el único propósito de dañar a los demás. Attias señala que “si el animal es atrapado y permanece sin librarse hasta el amanecer, su muerte es inminente. En caso de ser herido cuando tiene la forma de animal, al día siguiente, el nahual que ya recuperó su identidad humana, mostrará las huellas del maltrato que sufrió, en la parte del cuerpo que en el animal fue afectada”.
Hay versiones más macabras sobre el nahual . Según esta versión, el nahual sale del cuerpo humano y entra en el cuerpo de la víctima para que esta enferme, le chupa la sangre y se come el corazón.
Actualmente también se cree que el nahual puede viajar largas distancias, roba animales o comida. Otras versiones señalan que los nahuales de pueblos rivales se enfrentan para defender a sus comunidades.
En Chiapas , la comunidad Tzeltal considera que el nahual es “un espíritu familiar adquirido por los ancianos o personas destacadas del grupo”. Se cree que la persona adopta su forma animal por las noches, con el objetivo de vigilar a la comunidad y castiga a los que rompen las reglas. En este caso, el nahual se convierte en una figura de autoridad y control social.
Según los tzeltales, los hombres de esta comunidad pueden tener varios nahuales, aunque pueden perder alguno se rompen las normas sociales.
En este pueblo ubicado en la Ciudad de México, se creía que los nahuales tomaban forma humana, comúnmente la de un perro, burro o becerro. También se cree que no envejecen y que solo los hombres pueden ser nahuales.
En general los nahuales son considerados como inofensivos, aunque se cree que roban cosas y animales.
gm/lae