Tuxtla Gutiérrez.- María Mayo Mendoza
fue víctima de violencia política de género, la discriminaron por ser mujer, hoy es la presidenta de la Comisión de Equidad y Género del Congreso de Chiapas.
En vísperas del Día Internacional de la Mujer, la diputada Mayo, indígena chol, recuerda que durante su campaña fue víctima de violencia.
“La mayoría de los candidatos en mi región eran varones (…) en muchas ocasiones no me tomaban en cuenta o me movían las lonas, ponían su nombre arriba del mío, minimizándome”, lamenta.
Hoy, la chiapaneca es una de las 23 diputadas del Congreso del estado, forma parte de la Legislatura con mayor participación de mujeres en México, que es de 56.10%.
Mayo Mendoza es pieza clave en la formulación de la Ley de Desarrollo Constitucional para la Igualdad de Género y Acceso a una Vida Libre de Violencia para las Mujeres, que es única en su tipo a nivel nacional, por su alcance y por incorporar la definición de “violencia política por razones de género”.
El proceso electoral en el que María Mayo buscó una diputación por el Distrito IX de Palenque, fue un fuerte precedente para la integración de un Congreso donde hombres y mujeres, por igual, ejercieran su derecho a ocupar un cargo público.
El 19 de julio de 2015, a 11 días de las elecciones, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) revocó los registros de candidatos a diputados locales y miembros de alcaldías para exigir al Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC) que emitiera un nuevo acuerdo en el que se respetara la paridad de género.
El dictamen obligaba a modifi car las listas de candidatos del PRI, PVEM, PAN, PRD, PT, Mover a Chiapas, NA, Encuentro Social, Movimiento Ciudadano, Partido Humanista y Chiapas Unido para dar paso a mujeres.
En muchos casos, los candidatos tuvieron que poner en su lugar a sus cónyuges, hermanas e hijas. También tuvieron que elegir a abanderados para la representación del diputado que sería la voz de la comunidad migrante en Estados Unidos.