Durante la presentación de su libro "Todos somos autodefensas", en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara , José Manuel Mireles Valverde , líder de la autodefensas en Michoacán , reconoció que levantarse en armas no fue el mejor camino porque murieron muchas personas. Sin embargo, señaló que fue la única manera de defenderse.
Recordó que escribió el libro durante los tres años que estuvo en la cárcel, con un lápiz que una enfermera le aventó por debajo de la puerta y sobre papel de baño o en los sobres de las cartas que recibía.
De esos tres años en prisión, el médico cirujano recuerda que estuvo prácticamente incomunicado, que sólo le permitieron ver a su familia dos veces y lo torturaban psicológicamente.
“Pero no me vencieron y aún no estoy vencido”, dijo al público que desde que lo recibió de pie y con aplausos cuando entró.
Mireles indicó que este libro no es su historia, sino la de un pueblo, Tepalcatepec , que fue sometido durante 12 años hasta que decidió levantarse en armas y en el que hoy prácticamente no se comenten delitos ni entran ni el Ejército, ni la Marina ni el gobernador de Michoacán.
Recordó que durante años pidieron ayuda sin recibirla, que pasaron otros tratando de organizarse pero el miedo era mucho. Un día recordaron la historia de 12 ancianos del pueblo que se hacían llamar los milicianos y en realidad fueron los primeros autodefensas de “Tepeque” tras la revolución, cuando gavillas de cristeros o federales llegaban a robar comida y violar a las mujeres.
Entre esos milicianos, señaló Mireles, estaba su abuelo, quien le contaba las historias de esta docena de hombres que, aseguró, también fueron francotiradores y escoltas del general Lázaro Cárdenas.
El líder de las autodefensas sostuvo que cuando finalmente la gente de Tepalcatepec enfrentó sus temores ya no importó el miedo ni el valor, porque se dieron cuenta que habían crecido.
Finalmente, indicó que "para ejercer nuestros derechos constitucionales no necesitamos matar a nadie, sólo unirnos, hablar y organizarnos".
pmba