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Culiacán, Sin.- Cerca del cuartel de la Novena Zona Militar, sobre la avenida Heroico Colegio Militar, desconocidos arrojaron púas de acero para dañar las llantas de vehículos que circulaban sobre esa vía, la cual tuvo que ser cerrada a la circulación en forma temporal para recolectarlas.
El pasado seis de noviembre, en dos puntos distintos de la capital del estado, aparecieron en avenidas de continuo tráfico estas puntas de acero, en uno de los sitios, cerca de la estación del cuerpo de bomberos, en la avenida Leyva Solano, el conductor de un vehículo sufrió un severo daño a una de las llantas de su vehículo.
Sobre el nuevo hecho, del cual se desconoce las características de las personas que esparcieron estas poncha llantas, tuvo lugar sobre el boulevard Heroico Colegio Militar, a la altura de la colonia Mazatlán, en la salida sur de Culiacán.
La Dirección de Tránsito Municipal que fue alertada sobre las púas de acero que se encontraban esparcidas en un tramo largo de dicho boulevard, tuvo que interrumpir la circulación para proceder a su retiro y evitar posibles accidentes.
Los agentes de seguridad y vialidad que participaron en la recolección de estas puntas, no reportaron conductores afectados, por lo que se notificó a la Fiscalía General del Estado dicha acción para que se investigue.
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En relación a los hechos similares que se registraron el pasado seis de noviembre pasado, el personal de bomberos que se percató de la situación sobre la avenida Leyva Solano, en el primer cuadro de la ciudad, donde le brindó auxilio a un automovilista que resulto afectado en una de sus llantas, al incrustarse una de las púas de acero
Ninguna autoridad se percató del hecho, por lo que se desconoce de que forma llegaron estas puntas de acero a los carriles de mayor circulación de dos de las más importantes avenidas del primero y tercer cuadro de la capital del estado.
En septiembre pasado, en la Maxipista Culiacán, Mazatlán, dentro de la jurisdicción de la sindicatura de Quila, en el extremo sur de la capital del estado, quince vehículos resintieron daños en sus neumáticos, al incrustárseles púas de acero, las cuales se presume fueron arrojadas a propósito en la carpeta asfáltica.
Con servicios de grúas, la Guardia Nacional prestó ayuda a los conductores de unidades de carga, transporte público federal de pasaje y unidades particulares que resultaron con sus llantas destrozadas.
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