Berriozabal.- La tradición del Día de Muertos llegó al cementerio y crematorio para mascotas "Cannino al Cielo" en este municipio del centro de Chiapas .
Familias acudieron al panteón de animales para recordar con bocadillos y bebidas de la temporada a sus fallecidas mascotas, que formaron parte del hogar.
Las pequeñas tumbas individuales, que guardan restos de canes, gatos, tortugas y hasta un caballo y un chango, fueron visitadas por quienes fueron sus dueños.
Adornos de flores de papel, cempasúchil, veladoras y pequeñas ofrendas de alimentos fueron colocadas sobre las lápidas.
Los asistentes degustaron tamales de mole, pollo y cambray. Entre sorbos de café y chocolate recordaron anécdotas y experiencias al lado de sus mascotas favoritas.
A un costado del panteón, ubicado en el barrio Bugambilias, se encuentran las instalaciones de un refugio de perros callejeros rescatados.
Fotos: Óscar Gutiérrez / EL UNIVERSAL
Leticia Ivonne Santos Orduña, propietaria de "Cannino al Cielo", dijo que el panteón y el crematorio surgieron de la necesidad de sustentar su proyecto de ayuda a la fauna doméstica en situación de calle.
A partir de los ingresos obtenidos por los servicios funerarios fue posible impulsar la ayuda a perros callejeros y realizar acciones de esterilización, dirigido a propietarios de escasos recursos económicos.
Los objetivos del cementerio "Cannino al cielo" son proporcionar servicios funerarios a quienes pueden pagarlos o fosas comunes que resultan más accesibles.
Santos Orduña indicó que los precios de los servicios funerarios son de acuerdo con el peso y la edad de la mascota, o si estás son inhumadas en tumbas individuales o fosa común.
"En el sitio se han cremado boas, tortugas, hámster, hurones, y enterrado hasta un caballo y un changuito; la cultura de cuidado y amor por los animales ha permeado al paso de los años y se ha convertido en nicho importante de mercado", señaló.
Incluso, en Tuxtla Gutiérrez "hay hotel para mascotas, guarderías, hospitales, clínicas y estéticas".
Fotos: Óscar Gutiérrez / EL UNIVERSAL
Este nicho de mercado, consideró, surge y permanece por quienes verdadera y realmente "aman a sus animales y los tratan como familia, que son familia al final de cuenta".
Y, además, quienes no tienen espacio en sus viviendas para sepultar a sus mascotas, y aquellos que deciden llevar sus cenizas en las urnas.
"Cannino al Cielo" abrió sus puertas hace 11 años. Actualmente aloja en sus criptas individuales unas mil 100 mascotas, en las fosas comunes reposan otras 500.
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afcl