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Miami.— El tráfico de cubanos a Estados Unidos, pasando por México, data de un par de décadas a la fecha, de acuerdo con organizaciones cubanas que citan reportes de autoridades estadounidenses.
Al principio eran los pescadores de Yucatán quienes se acercaban a las costas de la isla y recogían cubanos para llevarlos a México. Pero de acuerdo con informes oficiales, desde la aparición de varios cárteles del narcotráfico se habrían involucrado en el negocio del tráfico de personas desde Cuba, y la dinámica de este fenómeno se habría convertido en un negocio muy rentable, donde cada persona que sale de la isla paga entre 10 y 15 mil dólares por adelantado.
De ahí que cuando algún grupo de cubanos es secuestrado en México por grupos del crimen organizado, saben que pueden llamar a algún familiar o amigo en Estados Unidos para pedir una cuota de dinero adicional que les garantice su libertad. Se desconoce con exactitud qué grupos son los que mantienen la operación de este negocio.
“Evidentemente ellos [el crimen organizado] conocen que [los cubanos] tienen familiares en Estados Unidos, y lo que hacen es pedirle dinero a la familia, como un rescate”, explica Ricardo Quintana, periodista cubano en Miami, Florida, y quien ha investigado el tema.
La línea recta más cercana entre México y Cuba es la de la costa de Cancún a la de Pinar del Río, que significa alrededor de 300 kilómetros de distancia, una ruta mucho más corta que la que toman otros migrantes, pero también mucho más cara y que pocos pueden pagar.
En esta ruta las lanchas rápidas han sustituido a los barquitos pesqueros y el negocio se ha incrementado y encarecido.
“Pero lo realmente lamentable”, dice una cubana-estadounidense residente en Miami, “es que además del viacrucis que tienen que vivir para llegar, sean secuestrados, y peor, que las autoridades de México no hagan nada”.