Estados

A la maestra Eunice no la detiene el coronavirus

Para la docente, enseñar en una comunidad de escasos recursos, sin internet para tomar las clases en línea, es un desafío que ha sacado adelante, dice, con vocación de servicio

Fotos: Charbell Lucio/EL UNIVERSAL
15/05/2020 |04:22Carlos Arrieta / Corresponsal |
Redacción El Universal
Pendiente este autorVer perfil

Charo, Michoacán.- Eunice Magdalena González Coria es una profesora originaria de Ciudad Hidalgo, Michoacán y lleva siete al frente de grupos de primaria en la comunidad de Nuevo Coronillas, municipio de Charo.

Su pasión por lo que hace la llevó a buscar soluciones en esta emergencia nacional por Covid-19 y continuar el curso escolar con sus alumnos.

La joven, de 28 años, tiene en claro que la formación académica de sus alumnos, que cursan primero, segundo y tercer grado, no debe ser detenida, pues de eso depende su futuro.

Newsletter
Recibe en tu correo las noticias más destacadas para viajar, trabajar y vivir en EU

Desde temprana hora, la licenciada en Educación Primaria por el Colegio Anáhuac se prepara para recorrer Nuevo Coronillas, poblado en el que se asoma la pobreza. Los padres estaban preocupados de que sus hijos se atrasaran o perdieran el año por la falta de recursos en sus hogares.

Puedes leer:

Casa por casa, la también candidata a doctorado, distribuye el material y deja tareas a sus alumnos, quienes no tienen acceso a internet para tomar las clases en línea .

A la maestra Eunice no la detiene el coronavirus

“Aquí no tienen internet ni tienen instalado el WhattsApp, y mucho menos tienen acceso a una plataforma educativa”, explicó.

Así, la maestra imprime tareas y lecciones de acuerdo con el nivel y ritmo de aprendizaje de sus alumnos.

Para la docente, enseñar en una comunidad de escasos recursos, es todo un desafío, que ha sacado adelante, dice, con vocación de servicio.

“Es muy difícil laborar en una escuela multigrado. Tienes que tener mucha convicción y vocación, porque si tú les pides una hoja o una cartulina, la gente no te la va a traer. Todo tiene que salir de tu bolsa y de la convicción y el amor para venir a trabajar aquí. Sin embargo, trabajar en el área rural es muy gratificante”, explicó.

Lee también:

Eunice González considera que nació con la vocación de servir en un salón de clases, ya que proviene de una familia de docentes. Su mamá, un hermano, su abuela y dos de sus tíos maternos, también son profesores. A eso atribuye que, de manera natural, siempre piense en la forma de ayudar a los demás.

A la maestra Eunice no la detiene el coronavirus

Ni el sol, ni las empedradas y polvosas calles detienen a esta maestra. Recuerda que de los momentos más difíciles de su carrera han sido llegar a su escuela y ver a los alumnos y a las demás personas vivir en condiciones de precariedad.

“Pero elegí quedarme, aunque al principio no sabía manejar y me hacía dos horas desde mi casa, entonces al ver la pobreza y todo lo demás, lloraba de impotencia; pero eso me impulsó a ser más valiente y aprender otras cosas, por ejemplo, aprender a manejar”, explica.

El esfuerzo de la maestra Eunice se ve reflejado en la sonrisa de sus alumnos y el agradecimiento y reconocimiento de los padres de familia.

Alumnos agradecidos

De muy pocas palabras, ropa deteriorada y calzado desgastado, Homero Rosas Andrade, corre a los brazos de su maestra Eunice.

Te puede interesar:

El niño de 7 años de edad cuenta que lo que más le gusta de las clases con su mentora es a prender a leer y escribir.

Apenas va en primer año de primaria y Homero se dice agradecido porque su maestra le lleva hasta la puerta de su casa el material para seguir sus lecciones.

A la maestra Eunice no la detiene el coronavirus

Maritza Lara Espinosa, madre de Britany, otra de las alumnas de Eunice, asegura que es una buena maestra, que tiene un método muy amoroso y dedicado de enseñar.

“Me parece buena idea que no nos deje sin, estudiar, sin tareas, porque ya ve que con esta situación que está pasando (por Covid-19), pues ya no pueden ir a la escuela”.

“Ojalá siga trayéndoles mientras pueda haber clases”, expresó la madre de la alumna de tercer grado.

También lee:

Y, afirmó, estas acciones de la docente ayudan mucho a los niños para que no se retrasen en sus clases y no se les olvide lo que ya habían avanzado en el resto del ciclo.

La maestra por fin acaba el recorrido por las calles de esa comunidad rural de no más de mil habitantes, pero no su labor frente a grupo.

Se va a casa y prepara la siguiente clase en esa escuela donde solo hay dos profesores para todos los grupos.

Porque después… cumple sus responsabilidades en otros centros de trabajo donde también da clases.

Además, agregó, tiene un canal en Youtube, desde donde ofrece a otros maestros estrategias lúdicas para que puedan desarrollarse en el área rural multigrado.

El Covid-19 no detiene las clases para Eunice.

Te recomendamos