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EL UNIVERSAL Oaxaca
Juchitán.— En el corazón de la Séptima Sección, el barrio más rudo y tradicional de esta comunidad zapoteca del Istmo oaxaqueño, 395 niños cumplen dos años en 16 aulas provisionales en la Primaria Año de Juárez. Y ahí seguirán el resto del año, pues la reconstrucción de 23 aulas dañadas por el sismo del 7 de septiembre de 2017 apenas lleva 40% de avance.
En las primeras dos horas de clases, de nueve a 11 de la mañana, el clima es benévolo, así que Caleb no siente el bochorno dentro del salón, pero después de ese horario la humedad se acentúa y ni los dos ventiladores le quitan el calor a él y sus 19 compañeros del tercer grado.
Caleb no conoce otra escuela que estas aulas improvisadas y toda esa incomodidad, pues él pertenece a la generación de niños que comenzaron a recibir sus primeras lecciones dentro de estos salones que el gobierno federal construyó después del sismo. Está acostumbrado al paisaje en ruinas que lo rodea: arena y escombros acumulados en el patio, aulas a medio construir, trabajadores mezclando cemento, paredes de plástico y techos de lámina.
Hugo Alberto Fuentes, su profesor, les pregunta si llegaron a usar los viejos salones de concreto y todos gritan que no, que siempre han estado ahí, debajo de esas estructuras que en temporada de lluvia se inundan.
“Después del recreo regresan acalorados, entran en este lugar que para las 11 de la mañana le tocó mucho el sol y es inaguantable. Cuando la temperatura llega a 40 grados, salimos de las aulas y los niños reciben clases al aire libre. Para que no sufran mucho los dejamos salir a las 12:30 horas. Es difícil dar clases aquí, los niños sufren mucho”, explica el educador con 22 años de trayectoria.
La empresa constructora Inmobiliaria Vásquez retomó las obras de esta primaria el año pasado, después de que otra empresa dejara el proyecto.
La reconstrucción se realiza con recursos del seguro por daños, bajo supervisión estatal y federal. Se tenía que entregar en julio de 2018, pero un año después falta 60%.
“Seguimos en pésimas condiciones. Hace una semana se retomó la obra después de dos meses. Primero el problema era que no había dinero, luego un conflicto interno con trabajadores de la zona. En una junta con los padres de familia dijeron que ahora sí en noviembre, esperemos que cumplan”, anhela el director Raquel Matus Montaño.
Según la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, en Oaxaca las obras en 100 planteles están detenidas por adeudos a constructoras. En la Zona 056, a la que pertenece la escuela Año de Juárez, son al menos una docena los planteles en espera.