En una comunidad enclavada en el norte de Puebla, sus habitantes rinden tributo a una ancestral tradición náhuatl: el arte de la alfarería .
Con su poesía, canto y bailables que se conjugan en la plaza principal de San Miguel Tenextatiloyan , siembran en las nuevas generaciones el amor por la lengua y costumbres originales.
“Desde niños se nos enseña el arte de la alfarería; quién en nuestras 33 comunidades diga que no es alfarero, está mintiendo”, afirmó desde el municipio de Zautla, el mayordomo Víctor Manuel Iglecias Parra.
Del 20 de septiembre al 1 de octubre, celebran la Gran Fiesta Patronal en honor a San Miguel Arcángel, que incluyen una procesión masiva con 5 mil personas, ceremoniales de valoración profunda de usos y costumbres y la presencia de otros pueblos originarios de la entidad.
Iglecias, quien también es el presidente municipal, asegura que el cargo de mayordomo es honorario y representa un honor y un compromiso con los habitantes de todo el municipio de Zautla.
“En cada lugar del país, hay una artesanía de este municipio”, dijo.
La junta Auxiliar de San Miguel Tenextatiloyan, del municipio de Zautla, está a una hora y media de distancia de la capital poblana, donde el 60% de la población habla el náhuatl y cuyos usos y costumbres, que aún están vigentes.
Las celebraciones incluyen competencias recreativas, como la carrera de alfareros, cargando como en la venta diaria sus artesanías. Los competidores hicieron gala de la destreza para cargar sus piezas artesanales, que llegan a pesar juntas hasta 20 kilogramos.
Los abundantes arreglos florales se vieron en el atrio de la iglesia principal y cohabitan con puestos de comida y juegos infantiles, aunque el principal atractivo de la fiesta es también la oferta de alfarería, pues casi cada casa es también un taller.
El mayordomo resaltó la tradición y comunión de los habitantes y el festivo ánimo que tiene esta población. Todo en medio de un sincretismo religioso.
Después de la misa, cada mayordomo de los pueblos invitados, con sus imágenes y sus acompañantes, siguen en procesión de la Iglesia de San Miguel, hasta llegar a la comunidad de El Tepeyac, que está a una distancia de 3 kilómetros.
En la plaza principal de San Miguel Tenextatiloyan, la reina de la Feria, Xel-Há Molina Mora, estudiante de derecho de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y una consumada recitadora y oradora en su lengua materna, deleita a los asistentes con sus palabras.
