Ser un trotamundos llevó a Krzysztof Chmielewski
a compartir varios momentos gratos con varios mexicanos durante su travesía, con quienes compartió sus historias, comida y hasta un trago.
EL UNIVERSAL
habló con algunos de las personas que conocieron a Chmielewski en diferentes puntos que recorrió, quienes lo recuerdan como una persona sencilla y cordial.
“Siempre hay algo más en la vida”, fue la lección que le dejó Chmielewski a Salvador Oviedo.
Aseguran que “era un aventurero al que no le importaba ser rico, lo que le interesaba era conocer el mundo”.
La pareja es dueña del restaurante “De Mila y Shavita” en el municipio de Huatabampo, en los límites de Sonora y Sinaloa, donde el pasado 24 de enero se reunió con el extranjero. Salvador recuerda que le ofrecieron agua y lo invitaron a comer tamales, frijoles y una taza de café.
El viajero agradeció los alimentos y a cambio compartió parte de sus aventuras.