Nos cuentan que, quien aplicó las enseñanzas de la escuela presidencial, fue el gobernador de Oaxaca, Salomón Jara Cruz (Morena), quien tras lamentar el aumento de desapariciones y feminicidios en la entidad desde la llegada de la “Primavera Oaxaqueña” —como denomina a su administración—, deslizó la posibilidad de que estos hechos sean inercia del gobierno anterior o, incluso, resultado de “mano negra el ex gobernador priista José Murat, quien estuvo al frente del gobierno de 1998 a 2004.
Esta es la primera vez, nos señalan, que don Salomón comenta directamente que su gobierno podría estar siendo víctima de sabotaje. Sin embargo, nos recuerdan que ese tipo de comentarios ya se han convertido en el sello de la 4T. ¿O no?
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