Los cuerpos de los cinco jóvenes que murieron la madrugada del domingo en Nuevo Laredo, presuntamente durante un encuentro con militares, presentan entre uno y 12 impactos de armas de fuego, de acuerdo con información a la que tuvo acceso EL UNIVERSAL.
Datos del reporte forense indican que el “cadáver A”, identificado como Gustavo Pérez Beriles, tenía dos impactos, uno con orificio de entrada y salida en el antebrazo izquierdo y otro con orificio de entrada y salida en el costado izquierdo.
Wilberto Mata Estrada, clasificado como “cadáver B”, presentaba 10 impactos. El “cadáver C”, Jonathan Aguilar Sánchez, tenía un solo impacto, con “orificio de entrada por arriba de la oreja izquierda y con orificio de salida en la región posterior del cráneo, que ocasiona estallamiento craneal con exposición de masa encefálica”.
El “cadáver D”, Gustavo Ángel Suárez, de nacionalidad estadounidense, recibió 12 impactos, y en el “cadáver E”, Alejandro Trujillo, se contaron cinco.
La información proporcionada no precisó el calibre de las balas ni el lugar de los impactos en los cadáveres B, D y E.
Por otra parte, se indicó que personal pericial de la Fiscalía General de la República (FGR) fue el encargado de todo el procesamiento del área donde ocurrieron los hechos y de las necropsias a los cinco cuerpos.
La mañana de ayer, cuatro días después de los hechos ocurridos en Nuevo Laredo, el presidente Andrés Manuel López Obrador se pronunció por primera vez sobre el tema y señaló que si los militares resultan responsables serán castigados.
“Conozco el caso, se nos informó en el gabinete de seguridad y a propuesta del secretario de la Defensa, Luis Cresencio Sandoval González, se pidió la intervención de la CNDH para que se investigue el caso; incluso, las autoridades militares ya están también coadyuvando en la investigación para que, si resultan responsables los militares del Ejército, sean castigados”, dijo.
Agregó que no se debe de ocultar nada y afirmó que en su gobierno se respetan los derechos humanos. “Debe de quedar muy claro que éste no es el gobierno de Fox o de Calderón, no es mátalos en caliente, aquí se respetan los derechos humanos de verdad”, expuso.
¿Hubo posible abuso?, se le preguntó al Mandatario.
“Eso es lo que se tiene que investigar para que no se lucre con estos hechos y mucho menos con el dolor humano”, dijo.
Al pedir una investigación “diligente, pronta e imparcial” sobre la agresión contra los jóvenes de Nuevo Laredo, la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) señaló que el empleo de armas de fuego debe ser el último recurso, proporcional al objetivo que se persigue, con pleno respeto y protección de la vida humana, como lo marcan los estándares internacionales.
“Toda muerte relacionada con el uso de la fuerza por efectivos militares debe ser investigada de forma independiente por las autoridades civiles, las cuales deben contar con toda la información y colaboración de las corporaciones concernidas”, expuso el organismo.
Indicó que la repetición de situaciones similares a partir del accionar de las fuerzas militares en Nuevo Laredo durante los últimos años obliga a llevar a cabo un análisis objetivo y minucioso de las circunstancias en las que se hace uso de la fuerza.
“En particular, de las medidas que se deberían adoptar para prevenir graves violaciones a los derechos humanos, así como para remover todos los obstáculos que enfrenta la procuración de justicia para garantizar el enjuiciamiento y sanción de los responsables”.
La oficina en México de la ONU-DH hizo un llamado para que realice una investigación apegada a los estándares internacionales y pidió a las autoridades competentes adoptar medidas para proteger a sobrevivientes y testigos. Con información de Pedro Villa y Caña, Enrique Gómez y Manuel Espino
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