Hermosillo.— Danna Paola Villarreal Montaño y César Fernando Díaz Lucero, dos de los menores sobrevivientes al incendio de la , se han convertido en un ejemplo de perseverancia y superación por la forma de ver y vivir la vida. Su futuro lo tienen claro, Danna Paola será voluntaria en el Hospital Shriners de Sacramento, California, en donde ayudará a niños que pasaron por la misma situación que ella. En unos años quiere ser programadora. Por su parte, César quiere estudiar la carrera de veterinaria, tal vez en otro estado.

Este 5 de junio se cumplen 14 años de la peor tragedia infantil ocurrida en México. En la guardería se encontraban 176 niños de entre cinco meses y cinco años, así como 50 adultos. El saldo fue de 49 menores de edad muertos y 106 lesionados, de ellos, 24 sufrieron quemaduras de tercer grado hasta en 80% de su cuerpo, así como daños irreversibles en su organismo.

César Fernando y Danna Paola asistirán al campamento de verano Alisa Ann Ruch Burn Foundation en Fresno, California, Foto: Javier Escobar
César Fernando y Danna Paola asistirán al campamento de verano Alisa Ann Ruch Burn Foundation en Fresno, California, Foto: Javier Escobar

Leer también:

Danna Paola contará su historia a niños quemados

Siempre sonriente. Danna Paola Villarreal Montaño sólo tenía dos años y tres meses cuando sucedió la tragedia del incendio de la Guardería ABC; sufrió quemaduras de segundo y tercer grado en 47% de su cuerpo. Le amputaron nueve dedos de sus manos y ha sido operada 27 veces.

Un día después de la tragedia fue trasladada al Centro Médico del Occidente en Guadalajara, ahí sus padres sólo podían verla 15 minutos a través de un cristal y hablarle por un teléfono para ver si respondía a estímulos.

No veía, no hablaba, no se movía, no caminaba, el humo le afectó los pulmones y el cerebro. Con constancia en la rehabilitación, recuperó la vista y el oído.

A los días fue trasladada al Hospital Shriners de Sacramento, California, y ahí les pidieron estar con ella día y noche, y fue hasta el 4 de julio, a casi un mes del accidente, cuando sus padres pudieron cargarla.

A consecuencia de las quemaduras no pudo caminar por más de dos años. Ha vivido operación tras operación de cara, manos, piernas y otras áreas del cuerpo de donde le extraen piel para hacerle injertos y rehabilitarle tejido. Está próxima a otra cirugía.

Tiene pendiente una operación próxima, pero aún no se siente preparada emocionalmente para entrar a quirófano, aunque su madre Marisol le dice que es necesaria.

Danna Paola tiene 16 años de edad y se encuentra muy contenta planeando su graduación de secundaria y su ingreso a la preparatoria. Con una sonrisa comenta a EL UNIVERSAL sus planes a futuro: “Quiero ser programadora de aplicaciones, me gusta mucho la tecnología”.

Con entusiasmo comparte que por cuarta ocasión acudirá al campamento de verano Alisa Ann Ruch Burn Foundation en Fresno, California, donde asistirán varios menores que sufrieron quemaduras en el incendio de la Guardería ABC, de otros lugares de México y de Estados Unidos.

“Yo he ido tres años nada más porque, yo soy la única que no iba al campamento y la primera vez me gustó mucho, muchas actividades todos los días no te enfadas, tienen de todo, desde las 7 de la mañana hasta la noche, haciendo cosas como montar a caballo, go karts, albercas, fogatas, películas, todo muy padre”.

Allá espera encontrarse a sus amigos y excompañeros de la Guardería ABC, César, Alejandro, Alexis, Paulina, Paul, Davinia y Dayana.

Leer también:

Danna Paola también tiene otros planes para estas vacaciones de verano. Personal del Hospital Shriners de Sacramento le pidió que se apunte como voluntaria para estar con niños que pasaron por algo similar.

“Les diría que yo también pasé todo eso, que sé muy bien lo que se siente, pues son niños, que tienes miedo por primera vez, entonces yo creo que nos vamos a entender muy bien. Les platicaría mi historia de vida y les daría ánimos para salir adelante”, dice con una sonrisa que ilumina su rostro.

César Fernando, preocupado por encontrar la universidad adecuada

Con una personalidad agradable, bromista y entusiasta, César Fernando Díaz Lucero se desenvuelve por la vida, a pesar de que su cuerpo está lleno de cicatrices. Es sobreviviente a quemaduras de segundo y tercer grado en 40% de su cuerpo, en donde sus brazos, manos, piernas, una parte de la espalda y cabeza sufrieron afectaciones.

Al siguiente día del incendio, fue trasladado en avioneta al Centro Médico del Occidente en Guadalajara, Jalisco. Ahí le empezaron a hacer las primeras operaciones. Sus dedos quedaron pegados y para separárselos le hicieron varios injertos de su propia piel, lo mismo en otras partes como en la muñeca y un tobillo. El 24 de septiembre de 2009 dejó el Centro Médico del Occidente en Guadalajara.

Después de esa fecha, sus atenciones médicas han sucedido en el Hospital Shriners de Sacramento, California, donde atienden a niños con quemaduras; ahí le han practicado dolorosas operaciones, le colocan expansores en la cabeza para reconstruir tejido y cuero cabelludo. Apenas en febrero pasado le hicieron la última cirugía.

Su madre Fabiola comenta que han perdido la cuenta del número de ocasiones que ha ingresado al quirófano, pero requiere de otra cirugía en la cabeza.

César Fernando está por terminar el segundo año de preparatoria; entrena voleibol con el equipo de su escuela, deporte que le gusta desde niño.

El joven comparte con EL UNIVERSAL que está preocupado por encontrar una universidad donde se imparta la carrera de veterinaria; le gustan mucho los animales. Tiene dos mascotas, la Pupi y El pelo chino.

El 1 de octubre cumplirá 18 años de edad. Ya tomó un curso de manejo, aunque dice que no quiere que le compren un auto porque para él “están primero las necesidades, ver en qué escuela va a quedar, depende de qué universidad”. Piensa que podría estudiar en otro estado.

Al igual que Danna Paola, César se prepara para ir al campamento en Fresno, California, donde asistirán menores quemados y es el último al que podrá acudir, pues está a punto de llegar a la mayoría de edad.

Al regresar, en julio se irá por un mes a otro campamento a Washington, ahí tomará clases de matemáticas, historia e inglés, donde estará prohibido hablar en español, lo cual considera como un reto más.

César Fernando lleva una vida social como cualquier joven de su edad, le gusta la música, la sana diversión y sale a “juntadas” con sus amigos.

El incendio de la Guardería ABC hermanó a los padres de César Fernando y de Danna Paola, desde pequeños han sido muy unidos y grandes amigos.

Suscríbete aquí para recibir directo en tu correo nuestras newsletters sobre noticias del día, opinión, y muchas opciones más.

Comentarios