Culiacán.— El joven Jesús Ernesto “N”, quien fue enganchado bajo engaños y amenazas sicológicas, y permaneció siete días desaparecido, desmintió la versión de que fue localizado en una revisión a los ocupantes de un vehículo en Mazatlán, y dijo que fue revictimizado al ser reconocido por la policía.
El estudiante de Ingeniería Industrial, de 19 años, relató que el 3 de julio, cerca de Catedral, en Culiacán, se le acercó un hombre que se identificó como Mario Zazueta y le ofreció empleo como office boy en el ayuntamiento o en una oficina de gobierno en Mazatlán, además de una beca, computadora y un vehículo.
El sujeto le pidió que se trasladara al puerto, donde le proporcionaría dinero y el pago de su estancia en un hotel, donde le presentaría a su jefa, una licenciada de nombre Irma Guadalupe. El joven aceptó la oferta, con sus ahorros realizó el viaje y pago sus primeros días de estancia.
Explicó que durante dos días el hombre le dijo que no había podido contactar a la supuesta jefa y después iniciaron las amenazas, le hizo ver que él tenía muchos amigos muy peligrosos, sabía dónde vivía su familia y de qué trabajaba su papá.
Por el temor de que le pudiera suceder algo a él o a su familia, empeñó su celular y su iPad para pagar hospedajes más baratos en Mazatlán.
Fue hasta el séptimo día cuando un policía municipal lo identificó en la calle, cuando estaba junto a una taquería junto con la persona que con engaños lo llevó al puerto. Agregó que los agentes los detuvieron a ambos y los enviaron a barandilla.
En compañía del grupo de rastreadoras Sabuesas Guerreras y la asesora legal Yesenia Rojo, el joven estudiante informó que su familia ratificó el juicio de amparo que promovió por su desaparición, puesto que la Fiscalía General del Estado le fincó al responsable de su desaparición un delito menor de fraude genérico.
La asesora jurídica Yesenia Rojo dijo que sorprendió la forma en que la Fiscalía General del Estado manipuló los datos y evidencias, sin respetar los derechos de la víctima, puesto que éste permaneció por varias horas en barandilla, donde el agente del Ministerio Público le tomó su declaración.
Destacó que, por la versión del joven, el trato que recibió de la Policía de Investigación fue de delincuente. Agregó que se continua con el juicio de amparo para que se encauce, en este caso, el delito de desaparición forzada.