Más Información
Sindicato de controladores aéreos alerta por malas condiciones en infraestructura y comunicaciones; denuncia además falta de pagos
Se estrella avión de Jeju Air en aeropuerto de Corea del Sur y reportan al menos 120 muertos; sigue aquí el minuto por minuto
VIDEO: Así fue el momento en que el avión de Jeju Air se estrella en Corea del Sur; iban 181 personas a bordo
Líder de MC en Michoacán pide investigar a Anavel Ávila, alcaldesa de Coalcomán; la edil agradeció a “El Mencho” y al CJNG por juguetes
“¡Arráncate, Coalcomán!”; así fue la campaña de Anavel Ávila, ligada al “Mencho”, con Movimiento Ciudadano
Ciudad Victoria, Tamaulipas
Sobre la hoja de papel marquilla comienzan a aparecer los trazos; cuando Carlitos atraviesa una crisis los hará con colores oscuros, si está contento éstos serán en tonos claros. El adolescente de 13 años fue diagnosticado con trastorno del espectro autista (TEA), y encontró en la pintura su mejor forma de expresión. La calidad de sus obras lo ha llevado a montar cuatro exposiciones en Ciudad Victoria: dos en el Centro Cultural Tamaulipas, una en el Museo Regional de Historia y otra en la Benemérita Escuela Normal Básica.
Karla Yado Ávalos, madre de Carlitos, recuerda que ella y su esposo Jaime Francisco Martínez Villanueva notaron que algo sucedía con el niño cuando recién cumplió los dos años.
El pediatra detectó que Carlos está desarrollándose de forma lenta, por lo que consideró oportuno que le hicieran estudios en el Centro de Rehabilitación y Educación Especial (CREE) de Ciudad Victoria. El matrimonio también buscó una segunda opinión a través del neurólogo Víctor Aguilar. Cuando tenía dos años y medio, les dieron el diagnostico: Carlitos era autista.
“La primera impresión en mí fue de miedo, en su papá fue de negación”. Pero comenzaron a informarse qué tenían que hacer para ayudarlo.
“En el CREE recibimos mucho apoyo, pero buscamos atención más personalizada, por ejemplo, una sicóloga”, dice Karla.
Rechazo. La familia padeció rechazo hacia su hijo, principalmente en un colegio donde Carlos cursó desde kínder hasta tercer grado de primaria, “el director me llegó a decir que le amarrara las manos porque era muy inquieto. En las tiendas se le quedaban viendo o llegaban a decir: ‘Ay, niño chiflado’. Él y nosotros hemos sufrido rechazo”, dice Karla. Eran los años con más episodios o rabietas del niño.
—¿Cómo enfrentaron todo este tipo de situaciones?
—Definitivamente, el amor y la paciencia son puntos medulares. Acercarte a Dios y estar cerca te fortalece. No se sienten a llorar toda la vida. Llorar un poquito, pero darle para adelante. Porque entre más uno lo acepte como padres, eso te da la pauta para buscar ayuda, porque solos no pueden. Lo primero es la aceptación.
Además, desde los cuatro años lo ve el neurólogo, la sicóloga Diana Terán y está en constante comunicación con la maestra Fernanda Izaguirre, quien conectó a Carlos con la pintura.
“La maestra Fer fue quien le hizo un diagnóstico, dijo que le gustaban mucho los retos y que para ella era un reto. Ella comenzó a ver cómo trazaba o jugaba con los colores”, recuerda su mamá.
El personaje preferido de Carlos era el trenecito Tomás, que no hablaba, “el niño pintaba mucho su boca, haciendo énfasis de que no se comunicaba con el lenguaje. A partir de entonces la maestra comenzó a notar que Carlos pintaba de acuerdo a su estado de ánimo.
“Cuando tenía más episodios o rabietas, pintaba en tonos muy oscuros. Cuando él estaba en el colegio nos dimos cuenta de que no le gustaba estar ahí porque pintaba en tonos negros. Cuando él se encontró con la maestra Fer comenzó a pintar en tonos más claros, pero tenía como todas las personas, estados de ánimo buenos y malos”.
“Ha madurado en el trazo, en la motricidad fina, la selección de colores, las pinceladas. Ha ido mejorando bastante. En el seguimiento de instrucciones, creatividad, imaginación”, describe.
Karla Yado no oculta su alegría por la evolución de su hijo, para quien sueña que logre ser un profesionista y se desarrolle como persona, “deseamos que sea autosuficiente, estamos trabajando en su independencia, somos firmes con él cuando se requiere, es responsable, se porta bien. Y queremos que siga pintando, soñamos que sus obras lleguen a Bellas Artes”.