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Puebla.— El candidato del PRI a la gubernatura del estado, Alberto Jiménez Merino, rechazó que su nominación haya sido un acuerdo para mandarlo a la horca.

Desde la Junta Auxiliar de San Andrés Azumiatla en la capital poblana, y en el primer día de su campaña rumbo a los comicios del 2 de junio, dijo que de ser así no habría aceptado aparecer en las boletas.

Con la ausencia de Claudia Ruiz Massieu, lideresa nacional del PRI, Jiménez Merino reconoció que está en el tercer lugar de las preferencias electorales, pero la campaña de tierra le permitirá obtener la confianza de los poblanos y espera que en ocho o 10 días se ubicará en el segundo lugar.

Cobijado por el exmandatario poblano, Mario Marín Torres, negó que su campaña tenga un impacto negativo por la imagen del exgobernador, a quien calificó como su amigo y que sobresale por el cariño que “le tienen los ciudadanos del interior del estado”.

“Los necesitamos a todos y a todas, de eso se trata la política y aquí están los que deben estar. En unos ocho o 10 días estaremos en el segundo lugar de las preferencias electorales, nosotros aceptamos la candidatura bajo la convicción de que venimos a ganar”, expresó.

Horas antes, en el primer minuto del día, Jiménez Merino señaló que Puebla merece un nuevo comienzo, un gobierno honesto y cercano a la gente, donde todos participen y logren un mejor futuro.

El exgobernador Marín Torres aseguró que el escándalo que se vivió con la periodista Lydia Cacho es un tema juzgado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que no tendría por qué afectar la campaña del tricolor.

Señaló que no pueden dar por derrotada la campaña del PRI, cuando apenas va un día de actividades y las votaciones son el 2 de junio, por lo tanto, hay tiempo suficiente para obtener resultados positivos.

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