Xalapa.— La principal línea de investigación del ataque armado que dejó 13 muertos en el sur de Veracruz se centra en una “venganza” entre dos grupos criminales, confirmó el fiscal general del estado, Jorge Winckler Ortiz.
En conferencia de prensa, explicó que las primeras indagatorias señalan que el ataque podría haber estado dirigido contra Julio César González Reyna La Becky, dueño de dos bares: La esquina del chacal y La Crudería.
Indicó que como resultado de las 19 entrevistas que se han realizado a testigos de la masacre se determinó que fueron seis personas armadas las que llegaron el viernes pasado hasta el lugar en donde se festejaba el cumpleaños de una mujer. Al irrumpir se dirigieron a la mesa de La Becky, a quien sólo le dijeron: “Con esto no se juega”.
Sobre los presuntos agresores identificados por la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) —a cargo de Hugo Gutiérrez Maldonado—, el fiscal señaló que hasta el momento no han sido informados sobre estos dos perfiles, pero añadió que se giró un oficio para que sean presentados los datos de prueba con los que cuenta la SSP ante la autoridad judicial
El funcionario reveló que tras los hechos, la dependencia logró localizar en un domicilio contiguo un número importante de tarjetas SIM de telefonía con diversos números que están siendo analizados, así como memorias USB.
“La balística establece que .223 y .9 mm corresponden a armamento largo. En las horas subsecuentes al evento se puso a resguardo una casa de seguridad en la colonia Carlos Salinas de Gortari en Cosoleacaque, ahí se aseguraron dos vehículos y armas”, detalló.
Según el fiscal, se conformó un grupo especial integrado por policías de investigación, fiscales y peritos, producto de lo cual se han realizado 207 diligencias.
Sobre los automóviles que fueron quemados tras el ataque, señaló que se investigan si estos hechos están relacionados: “No tenemos información, pero se siguen analizando [las pruebas]”.