Tapachula.— Elementos de la Guardia Nacional (GN), agentes del Instituto Nacional de Migración (INM), apoyados por militares intentaron desmantelar una caravana de migrantes de Haití, Venezuela, Colombia, El Salvador, Honduras y Guatemala, la cual partió de esta ciudad la mañana de este sábado.
Temprano, en medio de música y baile, la caravana siguió su camino bajo los fuertes rayos del sol y temperatura de 38 grados.
El contingente, integrado por hombres, mujeres y niños logró cruzar un primer retén migratorio ubicado en el ejido Viva México, a unos 15 kilómetros de Tapachula.
Cinco kilómetros adelante, en el crucero que comunica al municipio de Mazatán, un grupo de agentes del Instituto Nacional de Migración que se desplazaban en combis custodiados por una patrulla de la Guardia Nacional, detuvieron a una treintena de migrantes que se quedaron rezagados, registrándose un primer enfrentamiento, donde una menor haitiana resultó lesionada en la cabeza por una pedrada.
A las 12:00 horas del día, el contingente cruzó la caseta de revisión migratoria de Huehuetán, donde los agentes migratorios no les impidieron el paso.
El grueso de los integrantes de la caravana —haitianos y cubanos— huyeron a las montañas junto con sus hijos y mujeres. Otros más fueron sometidos.
A las 19:00 horas centenares de migrantes que lograron romper el cerco militar se agruparon y continuaron su camino bajo una fuerte lluvia. Varias mujeres con sus hijos enfermos con temperatura, diarrea y dolor de cabeza optaron por entregarse.
Queja en aumento
Desde el pasado lunes, migrantes haitianos, centro y sudamericanos realizaron acciones de protesta para demandar la agilización de sus documentos de solicitud de refugio para que puedan desplazarse a otros estados del país, debido a la sobrepoblación de extranjeros en esta ciudad.
Los migrantes explicaron que Tapachula se encuentra saturada de migrantes de diversas nacionalidades y están varados unos 30 mil haitianos, así como cubanos, venezolanos, hondureños, salvadoreños, guatemaltecos, colombianos y nicaragüenses, entre otras nacionalidades.
Los caribeños aseguraron que se encuentran desesperados debido a que no hay trabajo, están enfermos, sin dinero para alimentarse y pagar la renta de viviendas que son muy elevadas.
“Los migrantes queremos salir de aquí, no hay nada para vivir, no hay casa, no hay trabajo, estamos viviendo en la calle enfermos y sin nada; ayúdanos”, clamó el pasado jueves una mujer de 55 años.
Se calcula que en esta ciudad hay unos 30 mil haitianos en proceso de tramitación de la solicitud de refugio, aunado a los migrantes procedente de Cuba, Colombia, Venezuela, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Honduras, entre otras nacionalidades.
Muchos de ellos viven en situación de calle sin trabajo e incluso algunos con sus hijos, quienes lucen enfermos.
Para sobrevivir, un grupo de haitianos se instalaron en las inmediaciones del mercado Sebastián para vender comida tradicional, ropa, calzado, cabellos sintéticos para trenzas y pelucas, artículos de bellezas, agua y refrescos embotellados.
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