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La empresa concesionaria Ferromex informó que el bloqueo de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), que tenían en la línea que comprende Manzanillo-Guadalajara-Ciudad de México fue liberada al filo de las 21 horas de ayer.

El bloqueo que impedía el movimiento de los trenes de Ferromex en Yurécuaro fue levantado y, a partir de esa hora, se empezó a movilizar la carga que se tenía parada en el puerto de Manzanillo.

En dicha terminal portuaria, de acuerdo con los reportes de la ferroviaria y de la Asociación Mexicana de Agentes Navieros (AMANAC), había alrededor de 394 contenedores que estaban a la espera y su carga tampoco se podía mover vía terrestre porque el autotransporte disponible resultaba insuficiente.

La liberalización de la ruta permitirá también desahogar contenedores de regreso que se encontraban varados en las terminales del Valle de México, Cuautitlán y Monterrey.

Sin embargo, las líneas que opera Kansas City Southern de México permanecen bloqueadas en los puntos de Uruapan y Pátzcuaro, lo que impide transportar la carga desde el puerto de Lázaro Cárdenas.

Desde el pasado 14 de enero y hasta anoche, los bloqueos de vías férreas, por el conflicto entre la CNTE y el gobierno de Michoacán, habían provocado que las dos terminales portuarias permanecieran prácticamente incomunicadas.

Lourdes Aranda, directora de Relaciones con el gobierno de la concesionaria Ferromex y Ferrosur, señaló a EL UNIVERSAL, en el transcurso del día, que “la liberalización de las vías fue a medias; para efectos prácticos es inservible, porque tenemos cuatro puntos liberados y tres bloqueados”.

Pérdidas. Hasta antes de la apertura de las líneas férreas de Ferromex, los reportes de las empresas ferroviarias, incluidas Kansas City Southern y Ferrosur, así como la Asociación Mexicana de Agentes Navieros (AMANAC), referían un panorama complicado, sobre todo para el comercio que sale y llega vía marítima desde los puertos de Manzanillo y Lázaro Cárdenas.

Al día 1 de febrero se encontraban en total 324 trenes detenidos con un volumen de 2.8 millones de toneladas de carga por los 18 días de bloqueos a vías férreas.

El lunes 14 de enero, fecha en la que se iniciaron estas obstrucciones, hubo una afectación directa a 42 trenes; a la fecha, los perjuicios a trenes aumentó 671.4%. El problema iba más allá porque estaba pendiente cargar en puertos un enorme volumen de mercancías.

En el puerto de Lázaro Cárdenas todavía hay 4 mil 601 contenedores que presentan retraso, parte de esta carga es la que mueve Kansas City Southern de México.

En el puerto de Manzanillo se registraban 394 contenedores, equivalentes al mismo número de tráileres circulando por carreteras.

La situación se había complicado, según los reportes oficiales de estas empresas, por “el insuficiente autotransporte que pudiera mover estas mercancías como opción para el desalojo en puertos”.

Al mismo tiempo, se había generado otro cuello de botella, toda vez que los contenedores de regreso estaban también detenidos en las terminales ferroviarias del Valle de México, Cuautitlán y Monterrey, entre las principales.

Las mercancías que estaban retenidas hasta antes de las 21 horas de ayer eran fundamentalmente combustibles (petróleo y fluidos), graneles, minerales, productos agrícolas y harina.

En este tipo de eventos —bloqueos—, el costo por demora se estima en 17 dólares por minuto.

En 2016 se registraron 89 bloqueos en un periodo de 63 días; las horas de demora en estos eventos fueron mil 527 y los minutos de retraso 91 mil 620, por lo que el costo de la demora por éstos fue de 31.7 millones de pesos.

En 2017 fueron 56 eventos de esta naturaleza en un periodo de 16 días. Los minutos de demora en este caso fueron 23 mil 940 y su costo ascendió a 8.2 millones de pesos.

El año pasado se registraron 63 bloqueos equivalentes a 81 mil minutos de demora, lo que tuvo un costo para las compañías ferroviarias de 28 millones de pesos.

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