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El arranque de 2018 es el más violento en la entidad en los últimos cuatro años, pues en tan sólo nueve días ya se superan las 50 ejecuciones, situación que las autoridades atribuyen en buena medida a una disputa interna del Cártel de Juárez.
Ayer, en la capital del estado, antes del mediodía ya se registraban seis homicidios, en uno de los casos se localizaron tres cuerpos enterrados en una fosa clandestina, en el interior de una finca de la colonia Desarrollo Urbano. Horas más tarde, en el fraccionamiento Arquitectos varios pistoleros entraron por la fuerza en una casa y acribillaron a tres hombres que se hallaban en una de las habitaciones.
Con ello suman 52 el número de asesinatos con arma de fuego en lo que va de 2018, cifra cercana a las 55 que hubo en todo enero de 2016, a los 61 de ese mismo mes de 2015, a los 58 de 2014, e incluso se anticipa que podría ser muy superior a los 68 de enero del año pasado. La mayor parte de estos crímenes se cometieron en viviendas particulares.
Para las autoridades estatales, la violencia se disparó como una consecuencia del reacomodo de diversas células del crimen organizado, pero a diferencia de años anteriores cuando la disputa era entre los conocidos cárteles de Sinaloa y Juárez, ahora es una lucha intestina de este último.
Liberación de El 300. El fiscal General del Estado, César Augusto Peniche, explicó que la liberación de un peligroso delincuente desató la ola de homicidios.
Se trata de René Gerardo Santana Garza, El 300, máximo jefe en la entidad de la pandilla Los Aztecas (célula del Cártel de Juárez), quien había sido detenido en octubre del año pasado por la Fiscalía en un operativo con el Ejército. Se le acusó de una serie de homicidios y tráfico de drogas, y fue puesto a disposición de las autoridades federales, pero el 27 de diciembre un juez de Distrito ordenó su liberación “por falta de pruebas”.
Durante el tiempo que estuvo preso Santana Garza asumió el mando de la organización criminal, Juan Pablo Vázquez Olivas, El Compadre. Este segundo también fue detenido el pasado 15 de noviembre en el centro comercial Las Torres.
Peniche señala que ahora existe una violenta disputa entre los grupos de El 300 y El Compadre por tener el mando del Cártel de Juárez en la entidad, y los homicidios corresponden en buena parte a represalias de cada bando contra narcomenudistas que “apoyaron” a su rival, agregó el funcionario.
Mientras que en la región serrana y en el noroeste de la entidad continúa la disputa entre los autonombrados Cárteles Unidos, que son células regionales del Cártel de Sinaloa, en contra de La Línea, que es el brazo armado del Cártel de Juárez.
A diferencia de Chihuahua y Juárez, donde la disputa es por los centros de venta de drogas como el cristal y la cocaína, en la sierra es básicamente por el control de las rutas utilizadas para el trasiego hacía Estados Unidos, así como los territorios donde se plantan marihuana y amapola, dijo Peniche.
Para colaborar en el combate a la delincuencia, desde el pasado sábado comenzó el arribo de Policías Federales a la entidad. El fiscal dijo que en la última semana fueron detenidos alrededor de 20 integrantes de diversos grupos criminales, lo cual ayuda a desarticular su estructura, pero se tiene el riesgo que, de nueva cuenta, el reacomodo interno desate más embestidas y violencia.