Cancún.— El recorrerá hoy, por primera vez, los 67 kilómetros del Tramo 5 Sur del que van de Playa del Carmen a Tulum. Se trata de un trayecto identificado como el más complejo y el que mayor atraso ha presentado de todo el circuito.

Desde el inicio de los trabajos, hace 932 días, las obras dentro de este polémico trazo han enfrentado desafíos ambientales, técnicos y legales para llevarse a cabo en medio de la selva, sobre suelo kárstico, cenotes, cavernas, ríos subterráneos y vestigios arqueológicos, con riesgos para el acuífero y pese a las suspensiones judiciales que obligaban a frenar las obras en este año, lo que nunca se cumplió.

La devastación dentro de este trazo inició con los trabajos de chapeo y desmonte, en febrero de 2022, además de la apertura de una brecha de 60 metros, para lo cual se talaron miles de árboles sin que a ese momento se contase con los estudios correspondientes, el proyecto ejecutivo, la autorización de impacto ambiental para la obra ni de cambio de uso de suelo en terrenos forestales expedidas por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), lo que provocó la movilización ciudadana.

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Viaje presidencia. Elaboración propia
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Sin embargo, las protestas de ambientalistas, expertos y pobladores han sido desestimadas por las autoridades, particularmente por el propio presidente López Obrador.

En un recorrido realizado por EL UNIVERSAL esta semana por el Tramo 5 Sur, se pudo observar la construcción del Puente Atirantado, una solución técnica decidida en enero de 2023 y no prevista ni autorizada originalmente por la Semarnat, a fin de salvar la caverna Garra de Jaguar, sobre la que pasaba directamente el trazo del tren.

Hasta el miércoles, los trabajos en el sitio, a la altura de Paamul II, en Puerto Aventuras, selva adentro, continuaban a toda prisa.

También se observó la zona de vestigios arqueológicos de Manitas, intervenida por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), a un costado del trazo del tren.

El sitio recibió ese nombre por la existencia de una veintena de manitas prehispánicas —presuntamente de infantes mayas— plasmadas sobre las paredes y el techo de la caverna semiinundable, sobre la cual existía un centro ceremonial o templo, explicó el guía de turistas, Elias Siebenborn.

El también activista recordó que desde hace un año él y otros integrantes del grupo Sélvame del Tren advirtieron que el trazo del Tramo 5 Sur iba directamente sobre Manitas.

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El gobierno federal decidió desviar el trazo unos metros, pero ahora el tren pasará sobre otra cueva, que bautizaron como Oppenheimer, descubierta entre julio y agosto del año pasado por Siebenborn.

Oppenheimer forma parte del sistema de cuevas subterráneas Aktun Tu’yul y es el sitio donde este año comenzó a documentarse el hincado de pilotes que sostienen el Puente Atirantado; los rellenos con cemento, el derrame de aceites, el deterioro de las coberturas de las pilas y la contaminación del agua subterránea, antes prístina, que solía ser manantial para los animales que habitan la región de la selva de Quintana Roo, que quedó dividida por el trazo del tren.

El recorrido presidencial

López Obrador iniciará una gira privada en la estación Cancún del Tren Maya, donde arrancará su recorrido a lo largo de los 49.8 kilómetros de vía férrea que abarca el Tramo 5 Norte (de Cancún a Playa del Carmen). Llegará a la Estación Playa del Carmen, donde comienza el Tramo 5 Sur y, en un evento abierto, hará la entrega de escrituras a habitantes de la colonia irregular Colosio, para luego volver a abordar el tren y emprender el viaje a través de la selva fragmentada y sobre un nutrido sistema de cavernas, ríos subterráneos, cenotes y vestigios arqueológicos.

A bordo del tren, pasará a un costado o sobre cavernas como Yorogona, Dama Blanca, Garra de Jaguar, la Casa de las Tortugas, Dios Bendiga Esta Cueva, Guardianes, Ocho Balas, Avispa Enfadada, Paamul II y Manitas, que componen un sistema de más de 120 cuevas que han sido afectadas por el hincado de decenas de pilotes, los rellenos con cemento y la filtración de aceites al acuífero.

Después de ese recorrido, López Obrador llegará a la estación Tulum, donde termina el Tramo 5 e inicia el Tramo 6, para continuar hacia Bacalar.

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La herida en la selva

En entrevista, Raúl Padilla, experto naturalista, dijo que le preocupa la calidad de la obra y el riesgo de que esté sobre el suelo kárstico.

“El tren es una gran herida abierta en la selva y es una gran responsabilidad para el grupo de ingenieros de la Sedena el soporte del tren sobre el suelo kárstico.

“Otra preocupación es el agua para las futuras generaciones y la gran barrera que el tren supone para la fauna, al ver fragmentada la selva y el paso para las cavernas hacia donde bebían agua”, expuso.

Coincide el director regional del Centro Mexicano de Derecho Ambiental, Aarón Siller, quien lamentó que el proyecto, en este tramo, se construyera con base en la violación del marco legal ambiental y en desacato a al menos tres suspensiones judiciales. “Transgredieron la ley desde el principio y mintieron de inicio a fin. Dijeron que no iban a talar ni un solo árbol y talaron millones; dijeron que el trazo no iba sobre cuevas, cenotes y ríos subterráneos, y sí pasa sobre varias cavernas, y en otros casos hasta tuvieron que desviarse. Es lamentable que no se hayan respetado las suspensiones que dictó el juez.

“Preocupa mucho la seguridad de los pasajeros, ante un posible accidente, debido al tipo de construcción sobre el suelo característico de esta región; sobre todo porque, además, el tren será también de carga y eso supone otro tipo de riesgos”, expresó.

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