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Oaxaca de Juárez.- A Edith Martínez Hernandez no le dio tiempo ni de tomar un banquito. A las 8 de la mañana de este martes llegó a formarse a la Plaza de la Danza, espacio emblemático del Centro Histórico de Oaxaca y uno de los 11 puntos habilitados en la capital del estado para el arranque de la vacunación contra el Covid-19.
Sentada sobre un plástico azul, Edith es de las pocas personas que llegó sin venir preparada para una espera de 24 horas. La mujer no tiene en qué sentarse, ni una cobija para resguardarse del viento.
— ¿Por qué decidió venirse tan temprano?, se le pregunta a Edith, quien ocupa la segunda posición de una fila que a las 6 de la tarde ya superaba las 800 personas.
— Porque había mucha desinformación, joven. No sabíamos cómo iba a estar la logística de todo esto, entonces para no quedarnos sin vacuna, pues arriesgamos a venirnos desde esa hora, contesta la mujer desde el suelo de cantera verde.
En realidad ella no es la única a la que le cayó por sorpresa el anuncio de la vacunación, pues el propio Gobierno de Oaxaca protestó porque la Federación no le informó sobre la logística ni la llegada de nuevas dosis. La molestía llegó a tal que incluso el sector Salud señaló que las dosis no han sido suficientes para la población, pero que continuará con su misión de respaldar el proceso.
Como Edith, este martes cientos y cientos de oaxaqueños pasan horas de espera y pasarán la noche en vela, la mayoría para que sus familiares puedan acceder a la vacuna contra el virus que ha dejado oficialmente 2 mil 999 muertes en el estado.
En su caso, Edith explica que es su madre de 68 años quien recibirá la vacuna, por eso no le importó que cuando llegó a formarse sólo había una persona antes y por horas nadie les informó ni confirmó cómo sería el proceso de aplicación de las dosis.
Tras horas y horas de espera, por la tarde los encargados de la logística les informaron a los integrantes de la fila que se respetaría el orden y la lista que ellos mismos organizaron, decididos a que nadie quiera meterse sin pagar su tiempo de penintencia.
La decisión de Edith y otros como ella que esperan el alba para que arranque la vacunación se debe a que sus adultos mayores confían plenamente en ellos. La madre de Edith, por ejemplo, espera la vacuna con ansia.
“Ella confía mucho en lo que nosotros le decimos. Que necesita vacunarse y aceptó bien, por eso es que estamos aquí”, dice Edith, mientras espera al familiar que llegará a relevarla entrada la noche.
En el caso de Jaime, de 35 años, fue la casualidad la que se le atravesó cuando a las 10 de la mañana cruzó por la Plaza de la Danza y se enteró que si quería que sus padres de 85 y 88 años se vacunaran, tendría que pernoctar en la fila. Alcanzó a estar entre los primeros 30.
Mientras llega el momento, la fila se ha convertido en una espacie de hermandad. Están quienes lamentan la falta de organización, pero la suplen dedicándose a poner orden. Otros están inmersos en libros o dispositivos electrónicos, decididos a aprovechar el tiempo con la lectura.
Otros, más previsores, esperan incluso con instrumentos musicales, como un hombre adulto que toca la vihuela para pasar el rato. “Se aburre uno mucho, 24 horas sin hacer nada”, dice cuando se le cuestiona cómo pensó en traerla mientras aguarda el turno de la dosis para su madre de 85 años. Él es de los muy pocos que guarda la sana distancia.
Según los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO) la vacuna que se aplicarán el día de mañana pertenecen a un lote de 30 mil 225 dosis de la farmacéutica Pfizer y aunque la dependencia reitera que habrá para todos, la incertidumbre es la que acompaña a todos los de la fila.
“Dijeron cuando pasaron que van a aplicar sólo mil vacunas cada uno de los 3 días y a mí ya me tocó después de la ficha 800, seguro los que no alcancen se quedarán hasta pasado mañana”, dice un hombre de 33 años que está en la parte media de la fila, que ya ha dado la vuelta a la manzana de la plaza, se extiende por avenida Independencia y alcanza Hidalgo y Galeana, luego de que los Servidores de la Nación corrigieron el trazo.
“Aquí hay gente que hasta le pagó a su empleados para venir a hacer fila y hay otros que se están enterando. Dicen que ni Murat (el gobernador) sabía que ya iba a arrancar en la capital, imagínese a la gente”, dice este funcionario de gobierno quien hace fila para su abuelo y trabaja en una dependencia estatal, por lo que pide no revelar su identidad.
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