Chilpancingo.—
Cerrar su empresa LabMake , dedicada a la impresión 3D no fue una opción para Nazaret Merino Hurtado, en esta emergencia sanitaria provocada por el Covid-19 . Al contrario, junto con sus seis trabajadores, trabajan a marchas forzadas en la impresión de caretas de protección de los que están en la primera líneas de combate en esta pandemia: médicos, enfermeros, paramédicos, trabajadores de limpieza y de seguridad de los hospitales públicos y privados de Guerrero.
Nazaret ha puesto su infraestructura, sus impresoras 3D y a su equipo, pero la demanda los ha superado. Hasta ahora ha impreso mil 329 caretas y ha recibido donativos de ciudadanos, empresas y del gobierno de Guerrero para fabricar otras 3 mil 700.
Después de que publicó en sus redes sociales las donaciones de caretas, Nazaret recibió muchos mensajes, unos de agradecimiento, otros de solicitudes y otros más de ayuda. Las solicitudes superaron por mucho a los ofrecimientos de ayuda.
En estos días, calcula el joven, ha recibido unas 15 mil solicitudes de personas que requieren una careta. Mientras que con la ayuda que ha captado apenas podrá producir unas 5 mil unidades.
LabMake
es una empresa en crecimiento, sin la capacidad de producir las 15 mil caretas que ha solicitado. Nazaret ha apelado a la solidaridad de los ciudadanos, empresarios y autoridades para que ayuden de forma económica, con material o incluso con impresoras para cubrir la demanda.
Las autoridades de Guerrero preparan ocho hospitales para atender los momentos más álgidos de la pandemia. En el último reporte de la Secretaría de Salud de Guerrero informó que 30 trabajadores de hospitales, la mayoría médicos y enfermeras, se han infectado de Covid-19.
Para algunos la adversidad no sólo la viven al momento de atender a los pacientes, sino en las calles, en varios municipios los han insultado y les han negado el transporte público.
Nazaret es un joven 25 años de edad que utiliza la tecnología para ayudar. Desde hace cuatro años se encontró con la impresión 3D y desde entonces no ha dejado de imprimir prótesis de manos y brazos. Comenzó donando prótesis de brazos y manos y, ahora, para sostener su empresa las vende a un bajo precio.
En esta pandemia no dudó en poner al servicio la herramienta que ha servido para ayudar en otros momentos.
Nazaret y su equipo comenzaron con la fabricación de unas mil caretas que ha distribuido en hospitales generales, de especialidades y comunitarios de Guerrero, en centros de salud, a paramédicos de la Cruz Roja, a ayuntamientos, incluso, a la Secretaría de Salud estatal para enfrentar esta pandemia.
“Cuando comenzaron a informar sobre las medidas de restricción nunca se me vino a la cabeza cerrar, sino de qué forma podemos ayudar y la hallamos con lo que hacemos”, dice Nazaret.