estados@eluniversal.com.mx
Reynosa.— “Claro que tengo miedo, soy humano. Sin embargo, trato de imaginar el terror que vivió mi hijo cuando se lo llevaron y eso inmediatamente me quita el temor”, así define el activista Geovanni Barrios, presidente del colectivo Justicia Tamaulipas, la fortaleza que lo mueve para continuar su lucha en la búsqueda de personas desaparecidas.
La vida de este abogado de Reynosa dio un giro de 180 grados el jueves 24 de abril de 2008, cuando secuestraron a su hijo, también de nombre Geovanni Barrios, en un supermercado del bulevar Lázaro Cárdenas.
“Más de 15 personas fuertemente armadas llegaron en diferentes vehículos, entre ellos policías estatales, municipales y delincuencia organizada”, comenta, y dice que lo supo hasta el día siguiente, tras una llamada que le hizo su suegra.
“Me llamó como a las dos o tres de la madrugada para decirme que mi hijo no había llegado a Matamoros, pero como teníamos una casa allá y el tenía acceso, pensé que estaba ahí. A las nueve o 10 de la mañana, un compañero abogado me dijo que se había enterado que en una gasolinería se habían llevado a alguien, pero no sabía a quién”.
Comenzó a investigar y acudió al Ministerio Público, donde le dijeron que no querían problemas y que no podían hacer algo para ayudarlo.
“Intuí que algo pasaba. Días después se comunicó conmigo una señora y me dijo que era mamá de uno de los muchachos que andaban con mi hijo, que le habían llamado para pedirle dinero para soltarlo y que no presentara denuncias. Le dije que les podíamos dar el dinero, pero al cuarto día perdimos comunicación”.
Geovanni cerró sus despachos porque, aunque no tiene enemigos, no sabía a ciencia cierta qué era lo que pasaba: “Nos trasladamos a Matamoros y buscamos a la señora. Nos dijo que no quería problemas, que ya no quería saber nada, que estaba enferma. Yo le pregunté quiénes eran los que negociaban sobre nuestros hijos y lamentablemente no se pudo. Yo estaba destrozado. La última vez que vi a mi hijo fue en Matamoros, porque estábamos poniendo el piso de la casa, eso fue cuatro días antes de que lo privaran de la libertad”.
El secuestro de su hijo, como el de muchos otras personas, dijo, “es un acto cobarde, hecho por cobardes”.
“Sé quiénes fueron. Muchos ya están muertos, pero al menos quiero que pasen a la historia como lo que son. Sigo solicitando a la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido), que es la dependencia encargada de la investigación, hacer público quiénes son los responsables, porque no es justo que pasen a la historia como exfuncionarios públicos o policías... Que pasen como lo que fueron: secuestradores, cobardes, asesinos”, asegura.
Sobre si tiene la esperanza de que su hijo regrese vivo, dice que no: “Yo creo que Dios es grande; sin embargo, tenemos que ser realistas. Ellos no van a regresar, nosotros los vamos a regresar. Mi lucha es para regresar a nuestros familiares a su casa, no sé cuánto dure, pero es un objetivo que tengo determinado”.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos emitió una opinión para que se sancione a los fiscales que han llevado el caso de su hijo.
Geovanni comenta que fundó Justicia Tamaulipas después de darse cuenta de que las autoridades no hacían su trabajo ni “absolutamente nada por cientos de familias que estaban en la misma situación.
“Yo quisiera regresar a mi vida de catedrático y de abogado litigante, pero esto que hago es porque debo hacerlo, no porque quiera. Sé que estoy limitado. Con Justicia Tamaulipas me llevará 100 años, eso lo entendí, por eso busco un espacio en el que pueda tener las herramientas para encontrar a todas las personas desaparecidas, no sólo de Reynosa, sino del estado y del país”, añade el fundador del colectivo de búsqueda de desaparecidos.
Las cifras de personas desaparecidas en el país, explicó, no coinciden, puesto que mientras las autoridades dicen que son menos de 40 mil, Geovanni cuenta con datos oficiales de todas las procuradurías, los cuales muestran que tan sólo en 10 estados hay más de 70 mil desaparecidos.
“Yo voy a demostrar que se han dedicado a simular. Yo confío en que en este nuevo gobierno no se simule y enfrentemos nuestra problemática.
“Yo les pregunté a las autoridades: ‘¿cuántas denuncias de personas desaparecidas se han recibido de 2000 al presente año?’, y me respondieron que 9 mil 223. ‘¿Cuántas denuncias de secuestro se han presentado en ese mismo periodo?’, mil 315... ‘¿Cuántas de privación ilegal de la libertad?’, me dicen que mil 440... ‘¿Cuántos cuerpos de personas no identificadas hay?’, mil 594”.
Sin embargo, dijo, la cifra asciende a más de 15 mil desaparecidos, aunque la autoridades los etiqueten como secuestrados o privados de la libertad.
“Peritos en la materia dicen que la cifra que dan las autoridades sube de tres a cinco veces en México de lo que está denunciado, tan sólo en el estado de Tamaulipas”.