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Monterrey.- El arzobispo de esta ciudad y presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano , Rogelio Cabrera López, pidió a la población tener paciencia para que la autoridad haga llegar el orden, la justicia y la seguridad, porque si la gente opta por armarse para querer hacer justicia por propia mano , entraremos en una guerra de jungla que nadie va a parar.
Cabrera López expuso lo anterior al comentar sobre un incidente que ocurrió el viernes en una tienda de ropa de esta ciudad, cuando un presunto asaltante fue abatido a balazos por un guardia del negocio.
Asimismo, llamó a evitar la proliferación de armas, ante la pretensión del Congreso local de ampliar en el Código Penal del Estado , la inimputabilidad por legítima defensa, que ya existe para quien priva de la vida o lesiona en defensa de su patrimonio o familia dentro de su domicilio, y con apoyo del PAN y el PRI ahora se busca aplicar también en los lugares de trabajo o negocios, como se aprobó en Comisiones el pasado 29 de octubre.
El arzobispo expuso que cuando no hay atención a los delitos, y quien comete un crimen anda libre, y se burla de los ciudadanos, viene esa reacción de la justicia por propia mano, que ya hemos padecido, de la que él mismo ha sido testigo en la capital del país y en Chiapas, pues “la gente enardecida quiere hacer justicia por ella misma”.
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“Nosotros por supuesto que no creemos en un autogobierno, ni en una decisión personal para combatir el crimen o la injusticia; debemos de tener la paciencia para mover las fuerzas del orden en nuestro país, y que lleguen el orden y la justicia, porque si no entramos en una guerra de jungla que nadie va a parar”, dijo el presidente de la CEM.
Reconoció sin embargo que cuando la gente está molesta no quiere esperar, “pero siempre debemos hacer todos el mayor esfuerzo interior para darle a la autoridad la oportunidad de ejercer su tarea”.
Ciertamente, dijo, la legítima defensa es un recurso existente en la ley, para que no te imputen pena ni delito, “pero como quiera siempre se suma a la violencia”.
Sobre la ampliación de la legítima defensa que en Nuevo León ya aplica para quien mata o lesiona para proteger a su familia o su patrimonio en su domicilio, y ahora se busca aplicar también en negocios o centros de trabajo, Cabrera López comentó que armarse para defenderse es una tendencia sobre todo en Estados Unidos.
Pero asentó, “no es sano que los ciudadanos se armen para defenderse, porque si no vuelve a cometerse un delito mayor ¿cómo se puede medir la defensa, cómo podemos controlar las venganzas?, entramos en una situación que nadie podría resolver”.
Agregó que si las leyes judiciales pueden tener cierta comprensión para quien se defiende, no puede ser el mecanismo para mantener el orden en el país.
Tiene que ser en casos muy extremos, para que quien se defienda no quede imputado de delitos, eso tiene que medirse porque es entrar en un situación que ya nadie va a resolver, recalcó Cabrera López.
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afcl
