La lucha entre grupos criminales antagónicos que se ha desbordado con mayor agudeza en el municipio de Parácuaro desde el domingo pasado, ha regresado el pánico entre la población de este lugar de la Tierra Caliente michoacana.

Ese pueblo ubicado a 190 kilómetros de la capital michoacana, se ha convertido en fantasma después de las 8 de la noche por los múltiples choques a tiros entre La Nueva Familia Michoacana y el Cartel Jalisco Nueva Generación, que no respetan horario, ni lugares ; e n cualquier momento se confrontan esos grupos armados .

La situación social se ha salido de las manos de las autoridades, al grado que la Iglesia Católica ya exigió, a nombre de los pobladores, seguridad a las corporaciones estatales.

“Ya estamos hablando con el señor obispo y ahorita él se comprometió a hablarle a Bernardo (Juan Bernardo Corona Martínez), el secretario (de Seguridad) del estado para que no retiren nada de la seguridad ni del gobierno.

De todas formas cualquier cosa que tengamos que hacer, pues ya saben, le entramos. Ya le dije al señor obispo que la gente está alarmada que no se vaya a ir el gobierno”, dijo a los pobladores uno de los sacerdotes que acuden a oficiar misa en la cabecera municipal de Parácuaro.

La mañana del pasado domingo se registró el primer enfrentamiento en Parácuaro en el que dos menores de edad resultaron lesionados, a decir de los pobladores, sin embargo la Procuraduría General de Justicia del Estado no reveló el saldo de la confrontación.

El martes nuevamente se reportaron dos enfrentamientos en las comunidades Los Bancos y El Tepehuaje

, y durante el miércoles, otro choque armado tuvo lugar en una de las zonas más transitadas de la cabecera municipal donde incluso quedaron diversos inmuebles y vehículos dañados por las ráfagas de proyectiles.

Debido a este brote de violencia en la cabecera municipal y los poblados aledaños las clases fueron suspendidas en todos los niveles hasta nuevo aviso.

El miércoles por la noche, habitantes de Parácuaro convocaron a una reunión urgente en la entrada de la localidad para solicitar su permanencia a los elementos de la Secretaría de la defensa Nacional que patrullaban la zona.

No estamos en contra de ningún cartel pero ya es justo que arreglen sus cosas allá en el cerro, nuestros hijos están nerviosos, ansiosos por salir a jugar."

Todos vivimos al día y esto no nos deja trabajar en nuestras parcelas, es ahora o nunca, no se necesitan armas para exigirle al gobierno que se quede y hasta que no miremos resultados no nos retiraremos ni los dejaremos salir”, expusieron habitantes a través de un mensaje compartido en redes sociales.

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