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Guadalajara.— De los 444 cuerpos no identificados que resguarda el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF), 322 de ellos en un par de cajas de tráiler, 21 fueron inhumados, incluyendo el de una persona que fue identificada por sus familiares.
La encargada de despacho de la fiscalía de Jalisco, Marisela Gómez Cóbos, explicó que el sábado fueron trasladados en féretros los 21 cuerpos al Panteón Guadalajara, donde se han comprado 400 gavetas, y el domingo, gracias a las fichas de identificación, una familia pudo reconocer uno de esos cuerpos y les fue entregado.
Temen otros casos. En tanto, el presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Luis Raúl González Pérez, reconoció que temen que otros estados del país estén al límite de su capacidad para recibir cadáveres como ocurrió en Jalisco y anunció que preparan una recomendación para los 32 estados.
Sobre los cuerpos en cajas de tráileres de Jalisco, el ómbudsman consideró que el caso es “lamentable”, porque los cuerpos requieren de un trato digno y respeto a sus familiares.
Por otra parte, Ángela Buitrago y Carlos Beristain, miembros del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) del caso Ayotzinapa, aseguraron que el hallazgo de fosas en el país muestra que hay una modalidad estandarizada que se ha extendido y evidencia el panorama que se ha registrado en los últimos 10 años.
Buitrago recordó que en su visita en 2016 las fosas eran un tema que les preocupaba mucho y el reciente hallazgo en Veracruz, así como los tráilers con cuerpos en Jalisco, muestran que la situación “ha rebasado la capacidad institucional”. “Es una historia que sabíamos que iba a pasar, era una situación en la que mucha gente estaba desaparecida y no había indicaciones ni investigaciones serias sobre el paradero”, dijo Beristain.