Chilpancingo.— Los cuerpos de una madre, su hijo y otro joven fueron entregados a sus familiares después de estar más de tres años en el Servicio Médico Forense (Semefo) sin ser identificados por la Fiscalía General del Estado (FGE).

Ayer, los familiares de Esmeralda Cuaxtitlán Sixtos y de su hijo Eric García Cuaxtitlán recibieron sus cuerpos en las instalaciones del forense en Chilpancingo.

Madre e hijo fueron encontrados en fosas clandestinas en el municipio de Zitlala en noviembre de 2016. Esmeralda tenía 34 años y Eric, 17. Desaparecieron en octubre de 2016 y un mes después los hallaron en la fosa clandestina donde fueron exhumados otros 31 cadáveres.

También entregaron el cuerpo de Rafael Grande Zapoteco, de 18 años, desaparecido en marzo de 2015; días después su cuerpo fue hallado en una comunidad de Chilapa y trasladado al Semefo de Chilpancingo. Estuvo cuatro años ahí mientras su familia lo buscaba como no localizado.

En ambos casos fueron desaparecidos en la cabecera municipal de Chilapa.

Los tres cuerpos ya se encontraban en la gavetas del Panteón Ministerial de Chilpancingo, y la identificación fue confirmada por los peritos del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).

El director del Centro de Defensa de Derechos Humanos, José María Morelos y Pavón, Manuel Olivares, informó que la FGE ya había hecho la identificación de los cuerpos, sin embargo, por desconfianza de los familiares decidieron que los peritos del EAAF volvieran a hacer la identificación.

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