El huracán Pamela, que tocó tierra como categoría uno en el sur de Sinaloa, generó inundaciones en la región, además de que dejó sin energía eléctrica a pobladores de cuatro municipios: Cosala, Elota, San Ignacio y Mazatlán. No obstante, informó el Consejo Estatal de Protección Civil, no se registraron grandes afectaciones a la infraestructura de carreteras ni pérdidas humanas.
Entre otros daños que se registraron están la paralización del transporte aéreo, así como la caída de árboles y estructuras. Además, se interrumpió el tránsito de la maxipista Mazatlán-Durango.
En las primeras horas de ayer Pamela tocó tierra en el municipio de San Ignacio y en el transcurso se degradó a tormenta tropical. Tuvo vientos de hasta 120 kilómetros por hora y fuertes lluvias.
En Mazatlán, Sinaloa, 260 personas fueron evacuadas debido a inundaciones en algunos sectores donde el agua subió medio metro. El alcalde Luis Guillermo Benítez señaló que las fuertes lluvias ocasionaron el desbordamiento del arroyo de Jabalines.
Según un reporte preliminar, se utilizaron sólo 13 albergues temporales de los 128 que se se habían habilitado en Sinaloa, en los que se alojó a 706 evacuados de los municipios de Elota, San Ignacio, El Rosario y Mazatlán, donde hubo inundaciones.
Sinaloa fue el estado más afectado por el fenómeno, que también dejó fuertes lluvias en Nayarit y Durango, según la Comisión Nacional de Agua (Conagua).
En Durango, el paso de Pamela provocó la evacuación de 25 personas de Pueblo Nuevo, a causa del desbordamiento de un canal, así como diversos deslaves en distintas zonas de la autopista Durango-Mazatlán que generaron el cierre de la circulación.
La Coordinación Estatal de Protección Civil informó del riesgo de desborde del canal El Brillante en El Salto, Pueblo Nuevo, por lo que se procedió a la evacuación de personas hacia un refugio.