El huracán Beryl ha sido degradado a categoría 4 en la escala Saffir-Simpson. El centro del huracán se localiza a 280 km al sureste de Isla Beata, República Dominicana, y a 1,895 km al este-sureste de Cancún, Quintana Roo. Beryl presenta vientos máximos sostenidos de 250 km/h y rachas de hasta 305 km/h, desplazándose hacia el oeste-noroeste a una velocidad de 35 km/h.
Aunque actualmente Beryl no afecta las costas nacionales, se prevé que a partir del jueves sus bandas nubosas generen lluvias intensas a puntuales torrenciales, rachas fuertes de viento y oleaje elevado en la Península de Yucatán.
Las autoridades meteorológicas recomiendan a la población mantenerse informada y seguir las indicaciones de Protección Civil. Se continuará monitoreando el avance de Beryl y se proporcionarán actualizaciones conforme la situación evolucione.
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El huracán Beryl no representa un peligro inmediato para México, podría causar daños en los estados de Tabasco, Campeche, Chiapas, Oaxaca, Veracruz, Tamaulipas, Puebla, Hidalgo, San Luis Potosí y Querétaro, con potenciales lluvias torrenciales o inundaciones.
Las autoridades de Yucatán y Quintana Roo han pedido a la población mantenerse alerta y estar atentos a los informes proporcionados por las autoridades para extremar precauciones. De momento, se han colocado más de 5,207 refugios para apoyar a los posibles afectados.
Beryl es la segunda tormenta registrada en el Atlántico, después de la tormenta tropical Alberto, que tocó tierra en el noreste de México y dejó cuatro fallecidos.
Datos del Servicio Meteorológico Nacional indican que para esta temporada de huracanes en el Atlántico se esperan entre 20 a 23 sistemas tropicales, de los cuales entre 11 a 12 podrían convertirse en tormentas tropicales y habría 6 huracanes.
Por su parte, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) indicó que Beryl “es un alarmante precedente de lo que se podría esperar en esta temporada de huracanes”
La agencia meteorológica de la ONU explicó que la llegada de un huracán con esta fuerza dos semanas antes de lo habitual podría ser el anticipo de “una estación muy activa y con riesgos para toda la cuenca atlántica, lo que una vez más muestra la necesidad de sistemas de alerta temprana”.
Beryl pasó de ser una depresión tropical a un huracán categoría 3 en menos de 48 horas y alcanzó la categoría 4 en un tiempo similar, algo que de acuerdo a los registros de la OMM se trata de un fenómeno sin precedentes al menos para las anotaciones históricas registradas en junio.
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