La violencia criminal que sacude a Guanajuato —con un promedio de ocho personas ejecutadas por día sólo en enero pasado—, en el 90% de los casos tiene su origen en la disputa y el control de la sustracción ilegal de hidrocarburos en la entidad, de acuerdo con autoridades de seguridad del estado.

Áreas de inteligencia de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) y de la Secretaría de Seguridad Pública de Guanajuato (SSP) han encontrado que el huachicoleo se convirtió en la principal actividad delictiva y la más disputada entre grupos delincuenciales en la entidad, que se han fortalecido en armamento, donde la refinería de Pemex de Salamanca Antonio M. Amor es un punto clave.

De los mil 071 kilómetros de ductos que tiene la petrolera a nivel nacional, por Guanajuato atraviesan 290 kilómetros que conectan a la refinería de Salamanca con Guadalajara, León, Zacatecas, Morelia y Tula.

Las autoridades de seguridad detectaron que el crimen organizado muestra su rostro más sanguinario en las ciudades del Corredor Industrial y municipios cercanos a éste, por donde corre la red de ductos de Pemex, sobre todo en los municipios de Irapuato y Salamanca, que ocupan los primeros lugares en tomas clandestinas, y a la vez se encuentran entre los cinco municipios con más muertes violentas.

El gobierno del estado identificó al menos 20 comunidades rurales como las de mayor influencia en el robo de combustible en los municipios de Irapuato, Silao, Salamanca, Villagrán, Apaseo el Alto, Apaseo el Grande y Jerécuaro. En estas localidades también se han incrementado los crímenes violentos recientemente a la par de las tomas clandestinas.

En enero de 2018 se presentaron 242 homicidios, de acuerdo con un recuento periodístico en el que se enumera que León tuvo 28 ejecuciones (que comprende 25% de la población estatal), Salamanca 24, Irapuato 23 y 22 en Celaya. Le siguen 15 en Yuriria, 13 en Silao, 17 en Salvatierra, 11 en Apaseo el Alto y 11 en Cortázar, entre los principales casos.

Ordeña, al alza

En los indicadores de Pemex en 2017, el estado de Guanajuato escaló al primer lugar nacional en la lista de tomas clandestinas en ductos conectados a la refinería de Salamanca con mil 852; es decir, 5.07 por día. Un año antes, el estado ocupó la segunda posición, que ahora en una especie de enroque le corresponde a Puebla con mil 443 perforaciones detectadas.

Tamaulipas ocupa el tercer lugar con mil 100, seguido de Hidalgo con mil 064, Veracruz con mil 012 y el Estado de México con 976, de acuerdo con el reporte colocado en la página web de Pemex.

El delito ha ido creciendo año con año, pues en 2015 en el territorio guanajuatense fueron halladas 843 tomas clandestinas y para 2016, la cifra aumentó a mil 309, hasta llegar al valor de hoy que duplica a las detecciones de hace dos años. Actualmente, Irapuato tiene el primer lugar nacional en tomas clandestinas detectadas, seguido de Silao, Salamanca, Valle de Santiago, León y Pénjamo.

Cambio de giro

Después de una década de sobresaltos por los atracos casi diarios al tren, la delincuencia diversificó su actividad en Irapuato. Dejó las vías y apuntó a los ductos de Pemex, que entre las balas se disputan grupos criminales que pretenden el control y extracción de hidrocarburos en las redes petroleras.

“Hace unos seis años, los grupos delincuenciales comenzaron a explorar el robo de combustible a baja escala en este municipio y sus alrededores, por su cercanía con la refinería Antonio M. Amor de Salamanca, pero al paso del tiempo han ampliado su organización y en los últimos tres años se posicionaron en prácticamente todo el estado”, comenta José (nombre ficticio para proteger su identidad), ex mando de la policía municipal. Hoy en día, Irapuato alcanzó el primer lugar nacional en tomas clandestinas durante 2017, pero también los índices de violencia se han ido al alza tanto en Irapuato como en los municipios por donde pasan los ductos de Pemex.

Ante la valoración de los sistemas de inteligencia, que advierten que ocho de cada 10 homicidios en Irapuato y en Salamanca tienen relación con el robo de hidrocarburos, el alcalde Irapuatense, Ricardo Ortiz Gutiérrez, reconoce que “hay cierta lógica, que una buena parte del tema delincuencial esté basado en el tema de huachicoleo”.

El presidente municipal afirma que esa demarcación cerró con una baja en la incidencia de homicidios dolosos en 2017, en relación al mismo periodo anterior, pero en enero, agrega, “fue un mes atípico en homicidios con relación a las cifras que se venían teniendo, con más de 20 casos”.

En Irapuato el robo a los trenes, que hasta 2016 era el principal dolor de cabeza de autoridades, desapareció, y se tiene un aumento sensible en robo a negocios. “Mucha gente que se dedicada al robo del tren encontró otras áreas en donde delinquir y con el efecto cucaracha se fueron a otra parte o a otras actividades”, afirma el edil.

EL UNIVERSAL buscó al alcalde de Salamanca, Antonio Arredondo, para abundar sobre la violencia que golpea su territorio derivada del robo de hidrocarburos, pero no respondió a diversas peticiones de entrevista.

Homicidios y tomas

Análisis de los sistemas de inteligencia de la Procuraduría y de la SSP coinciden en que la mayoría de los asesinatos tienen que ver con la extracción ilegal de hidrocarburos.

La SSP estableció que 90% de las muertes clasificadas en Guanajuato como homicidio doloso están relacionadas con grupos delictivos que se dedican al trasiego y venta de drogas e hidrocarburo robado.

La Procuraduría General de Justicia determinó que 82% de los homicidios dolosos ocurridos en 2017 y en lo que va del 2018, tiene su génesis en la delincuencia organizada. De ese 82%, en algunas ciudades entre 65 y 75% están vinculados con el robo de hidrocarburo, y en casos como el de Salamanca el 80% de los casos está relacionado con el huachicoleo.

Las instancias locales de Seguridad y la Comandancia Militar con sede en Irapuato han detectado que 20 objetivos han tomado el control en esa labor ilícita, en la que identifican como uno de los principales líderes a José Antonio Yépez, alias "El Marro".

Según los análisis de seguridad, en su operatividad los huachicoleros han recurrido a la amenaza de jóvenes y campesinos o los han reclutado para succionar los ductos en zonas comunitarias y se han relacionado con prestanombres para el blanqueo del combustible.

En el segundo semestre de 2017, el gobierno del estado presentó una campaña de combate al robo de combustible con promocionales, escuelas y proyectos productivos para gente del campo y alertarla a no entrar al negocio ilegal del huachicoleo y no exponerse a explosiones.

“El robo de combustibles se ha convertido en un ingreso muy importante para la delincuencia organizada y esto alimenta a la misma gente de las zonas del área de influencia de ahí donde están los ductos”, estableció el Grupo de Coordinación Guanajuato, en los estudios que sustentan la campaña para prevenir el robo de hidrocarburos.

Sin embargo, esta actividad ilícita no se ha detenido en la entidad y la estela de violencia que la acompaña continúa en aumento y como muestra están los 22 homicidios que se presentaron en el estado en la tercera semana de febrero.

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