Cancún.— Las hijas e hijo de Victoria Salazar y Karla “N”, asesinadas en Tulum y Holbox el fin de semana pasado, entraron al programa de reparación de daño a personas afectadas por feminicidio que la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas del Estado de Quintana Roo (Ceaveqroo) inició en 2020.
Victoria —mujer de El Salvador, muerta a manos de policías de Tulum— dejó dos hijos adolescentes, de 15 y 17 años de edad. A Karla le sobrevive un hijo adolescente de 13 años. Por este caso hay un hombre detenido, identificado como Roger “C”, a quien la Fiscalía General de Quintana Roo investiga cómo el presunto responsable del feminicidio.
La directora de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, Karla Rivero, informó que brinda acompañamiento jurídico a los familiares directos e indirectos de ambas mujeres y, en el caso de las y el adolescente, ingresó al programa de reparación integral.
Debido a la protección de datos personales y para garantizar su seguridad e integridad emocional, la funcionaria explicó que no es posible conocer el lugar en el que se encuentran los menores, pero aseguró que están bajo resguardo o vigilancia de instituciones del estado.
Rivero dijo que a través de los cuerpos consulares se ha entablado comunicación con los familiares de Victoria Salazar —Rosibel y René, madre y hermano de la víctima— y han compartido la información con las autoridades, de manera que no se afecten las investigaciones, pues recordó, pesa una acusación por feminicidio, sobre los cuatro policías involucrados.
Sobre Victoria, mencionó que se desconoce si estaba en calidad de refugiada en México, pero señaló que radicaba en Tulum desde hace dos años y contaba con los permisos para mantener su situación migratoria de manera regular. Desde el 9 de diciembre de 2019, con la instalación de un comité especializado para el seguimiento de víctimas de feminicidio, la Ceaveqroo se dio a la tarea de revisar cómo se habían atendido los casos de las hijas e hijos de víctimas de feminicidio, desde el acceso a la justicia y la reparación del daño, en Cancún, Playa del Carmen y Othón P. Blanco.
El año pasado comenzaron a identificar a hijas e hijos en condición de orfandad, a partir del asesinato en agravio de sus madres, a fin proporcionarles asistencia inmediata.
Hasta noviembre de 2020 se tenía registro de 50 niñas, niños y adolescentes que, tras perder a sus madres por feminicidio, recibieron ayuda, sin embargo, no se había dado un seguimiento.
El programa de reparación de daño cubre la dotación de medidas educativas y alimentación permanente, además del seguimiento legal de los casos, explicó la directora general de la Ceaveqroo.