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Pachuca.— A las 22:54 minutos del 27 de febrero fue colocado en órbita un satélite de manufactura 100% mexicana. Se trata de el NanoConnect-2, resultado del esfuerzo del gobierno del estado de Hidalgo, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la iniciativa privada.
Durante el lanzamiento del cohete con el nanosatélite, el gobernador Omar Fayad expresó: “Algo especial tienen los cohetes, su fuerza, toda esa potencia y esa masa de fuego y humo que nos llena de asombro, nos hace vibrar y nos produce inspiración”.
Los cohetes “son, en sí mismos, un símbolo de lo más noble en la naturaleza humana: ese deseo incontenible de ir hacia delante, vencer barreras, vencer nuestras limitaciones, vencer la gravedad de descubrir nuevos mundos, de obliterar el horizonte y a la vez de hacernos sentir, tanto grandes como pequeños.
“Gigantes frente a las fuerzas que nos atan a la tierra; insignificantes frente al universo que se abre infinito ante nosotros”.
Radio y Televisión de Hidalgoy en las redes sociales del mandatario hidalguense se realizó una transmisión especial del lanzamiento del cohete PSLV-C51, que emprendió su viaje desde las instalaciones de la Indian Space Research Organisation.
El NanoConnect-2, consideró el mandatario hidalguense, es “un pedazo de Hidalgo, de México; elevándose hacia el cosmos con todo el valor de las manos que lo construyeron”.
Fayad agregó que la UNAM, a través del Laboratorio de Instrumentación Espacial LINX, es una gran aliada en este proyecto.
El titular de la Unidad de Planeación y Prospectiva, Lamán Carranza Ramírez; el director del Laboratorio de Instrumentación Espacial (LINX) de la UNAM, Gustavo Medina Tanco, y José Franco, investigador del Instituto de Astronomía de la UNAM participaron en la transmisión especial con motivo del lanzamiento, en la que compartieron los retos que enfrentará el nanosatélite. Se prevé que NanoConnect-2 permanezca cinco años en órbita y durante dicho periodo el artefacto mandará señales, tomará fotografías y demostrará que un nanosatélite mexicano puede prestar un servicio que eventualmente será comercial.
El éxito de esta misión permitirá colocar estaciones terrenas pequeñas en espacios emblemáticos y de interés, como escuelas de educación básica o de nivel medio superior y superior.