Zacatecas.— Los municipios de Fresnillo, Pinos, Villa García y Villa Hidalgo registran un fuerte déficit de policías que oscila entre 86% y 98%, de acuerdo con un diagnóstico del estado de fuerza realizado en 58 ayuntamientos, de los cuales 17 concentran los más altos índices delictivos relacionados con el crimen organizado.

Además, en el municipio de Calera se avecina un grave problema de vigilancia, ya que en ese lugar hay presencia de varios cárteles, pero al no ratificar ni realizar el nombramiento del jefe policiaco conforme a la ley, se quedaría sin el reforzamiento de las corporaciones estatales y federales.

Esta situación fue revelada por el general Arturo Medina Mayoral, secretario de Seguridad Pública de Zacatecas, durante una reunión de primer acercamiento que sostuvieron las autoridades del gabinete de seguridad con 17 nuevos alcaldes, a quienes se les pidió no evadir más su responsabilidad en esta materia.

El caso que más llamó la atención fue Fresnillo, ya que es uno de los lugares con mayor número de población, equivalente a más de 240 mil habitantes, además de que ha destacado por ser uno de los epicentros de la violencia en la entidad; sin embargo, sólo cuenta con un listado en nómina de 58 elementos, de los cuales 55 están aprobados con los controles de calidad y confianza y sólo 52 cuentan con el Certificado Único Policial (CUP).

Medina Mayoral comentó que este municipio requiere de un estado de fuerza de 433 elementos, por tanto, el déficit es de 375 efectivos, equivalente a 87%, pero ante estas deficiencias y la situación del lugar, la vigilancia se ha reforzado con las corporaciones estatales, así como la Guardia Nacional y el Ejército.

Otro caso grave es Pinos, uno de los municipios que en los últimos meses se ha convertido en un foco rojo por la violencia, ya que sólo cuenta con tres policías y ninguno de ellos está certificado. En este lugar se requieren 130 efectivos, por ende, el déficit es de 127 elementos, equivalente a 98%.

En esa misma situación se encuentran los municipios de Villa Hidalgo y Villa García, con tres y cinco elementos, respectivamente; ambos requieren de 35 agentes, por lo que el déficit que tienen es de 91% y 86%.

En el caso de Villa Hidalgo, el general Medina Mayoral comentó que el año pasado este municipio lo tuvo que desarmar el Ejército, porque ningún elemento estaba evaluado y porque detectaron “un problema enorme de infiltración, cooptados totalmente por la delincuencia organizada, con un director que ni siquiera del estado era y con policías municipales de otros estados”.

El secretario de Seguridad reconoció que Calera —ubicado entre la capital y Fresnillo— “es un caso difícil, tuvimos que meterle más de mil elementos de la Guardia Nacional y del Ejército (…) Ahí se junta el Cártel del Noreste, que es el más sanguinario, se junta el Cártel Jalisco, el Cártel del Pacífico [de Sinaloa], todos quieren estar ahí para operar”.

En Calera ninguno de los elementos está certificado y se comprobó que el C4 funcionaba de las 10:00 a las 11:00 horas, porque “era la hora en que entraba el director y su gente, y luego cerraban”.

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