Culiacán.— Una enorme ballena, que desde hace casi un mes habitaba en aguas de la bahía de Altata, en el municipio de Navolato, fue localizada muerta con una mordida en la cola y en una aleta.
El personal de Protección Civil municipal fue notificado sobre el hallazgo del cuerpo de un cetáceo, el cual fue arrastrado por pescadores hasta la orilla de la playa, con ayuda de pangas, con el objetivo de tomarle las primeras muestras y observar su estado físico.
Ante ello, las autoridades municipales dieron aviso del hecho a los inspectores de la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa), los cuales explicaron que mamífero presentaba una mordida en la cola y en una aleta.
Se presume que el animal se desorientó en su desplazamiento e ingresó a la bahía de Altata o que buscaba alimento, por lo que especialistas procedieron a recolectar muestras del cadáver y realizar exámenes para determinar las causas finales de su muerte.
Los antecedentes. En junio del año pasado, en el lapso de 48 horas, en las bahías Altata y Santa María dos ballenas jorobadas fueron encontradas muertas, la primera estaba en la Isla de Macapule, en el municipio de Guasave, y la segunda, en las playas del Tambor, en Navolato.
A finales de ese mes, el coordinador de Protección Civil de Navolato, Marco Antonio Juarez, informó que visitantes de las playas del Tambor observaron que una enorme ballena se acercaba de forma continua y presumió que el animal, de casi 18 metros de largo, quedó varado y por ende perdió la vida
Dos días antes, en la bahía de Santa María se localizó el cuerpo en proceso de descomposición de una ballena adulta. Protección Civil municipal fue notificada sobre el hallazgo en la zona conocida como la Isla de Macapule, por lo que también se dio aviso a la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente .
La ballena, de al menos 14 metros de longitud, no presentaba señas visibles de lesiones en su cuerpo, por lo que se desconocen los motivos de su muerte. De acuerdo con el dictamen emitido, se trataba de un cetáceo adulto macho con aleta delantera de tres metros de ancho y la trasera alcanzaba los 10 metros.
Los datos que se aportaron sobre este animal fue que dadas las circunstancias en que se localizó —con exceso de gases en su organismo y su enorme peso— se estableció que se dejara en ese punto para su degradación natural.