Chilpancingo.— Brian Josué Vargas Hernández, Jesús Arroyo Venegas y Érick Calixto Chávez, tres de los siete jóvenes que fueron sacados de un centro de rehabilitación el 1 de septiembre, fueron identificados como parte de los 17 cadáveres hallados por familiares de desaparecidos hace dos semanas en el área natural protegida El Veladero, en Acapulco.
El 18 de septiembre, integrantes del colectivo Memoria, Verdad y Justicia Acapulco comenzaron con una operación de búsqueda que duró 12 días en la colonia El Colibrí, asentamiento que forma parte de El Veladero. En esos días hallaron 17 cadáveres en siete fosas clandestinas.
Esa vez, la búsqueda fue detenida porque las autoridades se negaron a continuar con la operación; sin embargo, los familiares se declararon en plantón y la presión obligó a que siguiera la búsqueda.
Este viernes, la Fiscalía General de Estado (FGE) informó que después de pruebas forenses, identificó a 11 de los 17 cadáveres hallados por los familiares de desaparecidos en fosas clandestinas en El Veladero.
La dependencia informó que entre los 11 identificados están Brian Josué Vargas Hernández, Jesús Arroyo Venegas y Érick Calixto Chávez, tres de los siete jóvenes que fueron sacados por un grupo armado el primero de septiembre del Centro de Tratamiento y Prevención en Adicciones Renovación Espiritual, en Acapulco.
El vocero de la FGE, Carlos Hernández Monje, informó que aún falta que se identifique a los otros seis cadáveres hallados por los familiares de desaparecidos.
Explicó que, de los siete jóvenes desaparecidos, sólo cinco familias presentaron denuncia penal por la desaparición y sólo cuentan con material genético de esas personas.
Los cuatro que faltan por encontrar del grupo de los siete jóvenes sacados del centro de rehabilitación son: Julio Pérez García, Moisés Tomás Juárez Abarca quien es activista de los derechos de las poblaciones LGBTIQ+ y director de la Diversidad en el Comité Estatal del PRD en Guerrero, así como Andrés Gabriel Delgado y María Perla Guzmán, de estos dos últimos sus familiares no han presentado la denuncia penal.
María Elena Pérez es tía paterna de Julio Pérez García, uno de los jóvenes que sigue sin aparecer, fue quien lo ingresó al centro de rehabilitación. Explicó que Julio estaba en la última etapa de su tratamiento haciendo su servicio, es decir, tenía permiso para salir algunos días y regresar al centro.
A las 6 de la tarde de ese viernes 1 de septiembre, María Elena recibió una llamada a su celular. Era Hans Christopher García Martínez, el encargado del centro de rehabilitación, quien le dio la noticia: “A Julio y otros seis jóvenes se los habían llevado hombres armados vestidos con uniformes de la FGE”.
María Elena dice que García Martínez le contó que ese día, alrededor de las 3 de la tarde, llegó el grupo armado y se llevó a su sobrino, Julio Pérez, a Érick Calixto Chávez y a Andrés Gabriel Delgado. Los tres estaban anexados.
Después de que se llevaron a los tres jóvenes, alguien le marcó a Jesús Arroyo Venegas, Brian Josué Vargas Hernández, Moisés Tomás Juárez Abarca y María Perla Guzmán, pidiéndoles que acudieran al centro de rehabilitación para apoyar por la llegada de los hombres armados.