Guadalajara.— Ricardo es el primer niño de Jalisco en tener, oficialmente, dos mamás: después de un proceso legal de aproximadamente dos años y medio, Palmira Martínez Gallardo Valdés y Gabriela Flores Castro lograron adoptarlo y registrarlo como su hijo el pasado 13 de julio.
“El proceso ha sido un poco largo porque se presentó la pandemia y tardamos aproximadamente dos años y medio para poder tener todos los papeles y el certificado de idoneidad; fue algo largo, pero al final todo fue favorable y estamos felices con el resultado”, señala Gabriela.
Ricardo tiene cinco años y lo abandonaron dos días después de su nacimiento. Al no encontrar a ningún familiar que se responsabilizara de él, quedó a cargo de un agente del Ministerio Público, quien, a su vez, lo dejó bajo resguardo de un albergue del DIF Jalisco; algunos meses después, Palmira llegó a ese lugar para trabajar como voluntaria.
Lee también: Publican decreto sobre matrimonio igualitario en Sinaloa
Del matrimonio a la adopciòn
Gabriela y Palmira se casaron hace aproximadamente cinco años, unas cuantas semanas después de que se aprobaron en Jalisco los matrimonios igualitarios.
“Todo un tema”, dice Palmira, y en su horizonte aún no estaba la adopción.
“Pero, sin querer, las cosas se fueron dando y gente a nuestro alrededor nos dijo que si algún día tomábamos la decisión de adoptar nos apoyaban, eso nos sorprendió y ahí fue cuando lo empezamos a platicar y tomamos la decisión, sabiendo que tendríamos un respaldo para lo que se pudiera venir”, indica Palmira. Relata que muchas cosas pasaron por la cabeza de ambas: la resistencia de una sociedad como la tapatía, los prejuicios propios, todo lo que tendrían que enfrentar dos madres con un hijo, el tema de la escuela y todo lo que implica la crianza.
Lee también: Matan a otra activista: “Aline ayudaba a la gente que no tenía ni para comer”
“Pero ya que superas eso y lo trabajas internamente, está el tema legal y gubernamental, que todavía no es una cuestión abierta en Guadalajara. Si de por sí, para casarnos fue un tema, añadirle la adopción era un nivel más”.
El expediente legal establece que el 15 de febrero de 2020 inició el proceso de empatía entre Ricardo, Gabriela y Palmira, “resultando favorables todas las asistencias entre la pareja y el niño, para culminar el pasado 24 de mayo con la sentencia de adopción a favor, emitida por el juez a cargo. Posteriormente, el pasado 13 de julio, el niño obtuvo su acta de nacimiento con los apellidos de ambas madres, trámite realizado ante la Oficialía Número 1 del Registro Civil del municipio de Zapopan”.
Ambas mujeres aseguran que hoy Ricardo es el más feliz y se nota el cambio radical que hubo en él durante los meses que llevan viviendo como familia.
Lee también: Aprueban el matrimonio igualitario en Baja California
“Tenemos apoyo sicológico porque queremos que las bases de su educación sean muy firmes, que él tenga muy claro quién es, su situación y que tenga la fortaleza suficiente para vencer cualquier obstáculo en su vida”, dice Palmira.
Las dos trabajan y en la crianza de su hijo tienen el respaldo de sus familias. Han peleado por lo que quieren y con su ejemplo buscan que Ricardo también pueda lograr lo que desea, que sea libre y respete a quienes no piensan como él.
Lee también: Mujeres logran ejercer su derecho de comaternidad en San Luis Potosí
“Yo le diría [a Ricardo] que trate de lograr lo que él quiera, que siempre va a tener un respaldo, que tiene una familia que lo va a estar apoyando en cualquiera que sea su decisión, que sea consciente de que también va a toparse con gente que no va a pensar igual que él, que eso es muy válido y también tiene que respetarlo, y que le eche ganas ante lo que venga y ante lo que él quiera, porque vino a este mundo a ser feliz, para estar lleno de amor y siempre tendrá el respaldo de su primer núcleo familiar, que somos nosotras dos, y sabe que también tendrá el de nuestras familias”, concluye Gabriela.