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“Hacemos lo posible para otorgar, por lo menos, comida a los migrantes”

Encargados de centros dan prioridad a mujeres, niños y adultos mayores; muchos quedan fuera

Afuera de los albergues, los migrantes hacen filas para solicitar un espacio, ya que no cuentan con recursos económicos para pagar una vivienda y alimentar a los menores, algunos recién nacidos. Foto: María de Jesús Peters/EL UNIVERSAL.
25/09/2021 |01:41
Redacción
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Tapachula.— Ante la saturación de albergues, decenas de haitianos —entre hombres, mujeres y niños, que diariamente ingresan por la frontera sur— duermen en las calles y claman por alimentos en esta ciudad.

De acuerdo con el responsable del Albergue Diocesano Belén, César Cañaveral, la llegada masiva de migrantes de Haití, Honduras, Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Venezuela ha provocado la saturación de los pocos refugios que hay.

Explicó que por la pandemia de Covid-19, sólo tienen permitido atender a 300 personas vulnerables, es decir, mujeres embarazadas y con niños, adultos mayores o personas con capacidades diferentes.

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Sin embargo, ante la llegada masiva de haitianos, el albergue se encuentra lleno con 500 personas, en su mayoría mujeres, niños y embarazadas.

Abundó que afuera del centro se mantienen más de un centenar de haitianos, a los que brindan agua y alimentos, así como atención médica a mujeres embarazadas.

“Si no hubiera pandemia, yo los meto, pero también está de por medio la salud del personal y los migrantes albergados”, afirmó el sacerdote.

Cañaveral refirió que otro de los problemas que enfrentan es la escasez de alimentos, debido a que el albergue se mantiene por donaciones de la grey católica, sin ayuda del gobierno.

“No hay dinero que alcance para alimentar a tantas personas. Nosotros, la Iglesia, hacemos lo humanamente posible para otorgar a los migrantes, por lo menos, la comida”.

Afuera del albergue, los migrantes hacen filas para solicitar un espacio, ya que no cuentan con recursos económicos para pagar una vivienda y alimentar a los menores, algunos recién nacidos.

El albergue Jesús el Buen Pastor también reporta saturación, con una población de entre 600 y 800 personas, pero diariamente llegan migrantes a tocar la puerta para que les permitan quedarse.

“México no es un campamento”

El presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que se debe atender y enfrentar de fondo este problema migratorio, pues dijo, “no queremos que México sea un campamento de migrantes”.

El Mandatario federal acusó a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) de tardar en intervenir ante la crisis económica y política que hay en Haití, la cual ocasiona que sus ciudadanos migren. Con información de Pedro Villa y Caña y Alberto Morales

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