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Chilpancingo.— En el inicio del nuevo ciclo escolar en Guerrero podrían regresar las clases presenciales en sólo 17 municipios, siempre y cuando haya condiciones sanitarias y consenso entre los padres de familia y profesores, anunció el gobernador Héctor Astudillo Flores.
Estos 17 municipios están en las regiones de La Montaña, Norte, Tierra Caliente y Costa Chica. Todos en zonas rurales, donde existen altos índices de pobreza, problemas en la infraestructura escolar y, sobre todo, los servicios médicos son prácticamente inexistentes.
En casi todos estos municipios las escuelas son precarias: sin agua potable ni material didáctico, a veces sin aulas y sin profesores suficientes. En las zonas rurales un profesor puede atender al mismo tiempo hasta tres grupos diferentes.
El gobernador dijo que el regreso a clases presenciales será voluntario y no se forzará a nadie.
“Tenemos la firme idea de que es conveniente el regreso a las aulas. Es un desafío el regresar a clases, principalmente en el tiempo de la pandemia. Está muy complicado, entiendo que hay resistencias y vamos a intentar hacerlo donde se pueda hacer, priorizando la salud”, dijo.
Entre los que no regresarán están Acapulco, Chilpancingo, Iguala, Taxco y Zihuatanejo, donde se concentran los contagios y la movilidad es incontrolable.
Madres rechazan volver en Oaxaca
Integrantes de la Coordinadora de Madres, Padres y Tutores en Defensa de la Educación Pública de Oaxaca rechazaron el regreso a clases presenciales en el estado al que ha llamado el gobierno federal.
En conferencia de prensa, sostuvieron que la vida de sus hijos no está sujeta al capricho ni a intereses políticos y económicos del gobierno federal.
Las madres exigieron que las escuelas cuenten con una infraestructura adecuada, insumos básicos que garanticen la salud de los niños y rechazaron la firma de la carta de responsabilidad que la Secretaría de Educación Pública (SEP) pretende que firmen los padres de familia. Juan Carlos Zavala
