La Secretaría de Educación Guerrero (SEG) informó que no cuenta con presupuesto para dotar a las 12 mil escuelas de nivel básico de insumos sanitarios para los niños y niñas.
Así lo dijo el secretario de Educación en Guerrero, Heriberto Huicochea Vázquez, en una reunión virtual con funcionarios, jefes de sector, supervisores escolares y directores, como parte de la organización del regreso de clases presenciales.
De acuerdo a la SEG, el próximo 30 de agosto regresan las clases presenciales en 17 municipios, la mayoría ubicados en la región de la Montaña.
En la reunión, Huicochea Vázquez explicó que la SEG no cuenta con recursos para pagar los insumos sanitarios para la protección de los niños.
“Debe quedar muy claro: recursos no tenemos para poder subsidiar o aportar para poder hacer este regreso con todo, por eso estamos hablando de que es un tema de consenso, de voluntades entre los padres y las autoridades”, dijo el funcionario.
Huicochea Vázquez dijo que por eso se está proponiendo que el regreso a clases presenciales sea en consenso entre autoridades, profesores y padres de familia.
Dijo que para el regreso los padres tendrán que “aportar parte importante de los recursos para poder hacerlo”.
“En donde los padres tienen que poner esa parte importante que son los insumos, por un lado, y ver en qué parte vamos a poder colaborar nosotros, ya hicimos una solicitud a los secretarios para que nos hagan llegar un recurso especial”.
Y les dijo en la reunión: “Ustedes dirán: necesitamos gel, jabón, repito: si eso lo pueden conseguir con los padres de familia vamos a ir avanzando. A partir del reporte que ustedes nos den, podemos ir gestionar la mayor cantidad de recursos para ver cuántas toneladas en gel, en jabón, cubrebocas. Repito: es muy complejo que nosotros lo podamos hacer”.
Huicochea Vázquez informó que en un reunión con autoridades federales los 32 secretarios de educación le solicitaron un recurso “especial” para cubrir el gasto de los insumos sanitarios.
Precisó que el regreso de las presenciales no es obligatorio: “quien pueda hacerlos que lo haga, a nadie le estamos pidiendo que exponga su vida, sé que hacen falta los recuersos, por eso no obligamos a nadie”.
En la Montaña se concentran la mayoría de los pueblos originarios de Guerrero. Casi todos tienen en común la pobreza y la marginación y todo lo que eso implica: no hay escuelas y profesores suficientes, igual con los médicos y los hospitales, no hay caminos, ni drenaje, ni agua potable, no tienen acceso a la tecnología y la actividad económica es nula.
Esas condiciones —paradójicamente— no generan movilidad y eso ha puesto lejos al Covid-19, a excepción de Tlapa, el principal centro comercial de la región.
Los profesores de la Montaña son de las pocos que han mantenido contacto con sus estudiantes. Cada 15 días acudieron a las escuelas para entregar tareas, porque la mayoría de estas familias no cuentan con los dispositivos para que los niños tomen clases virtuales desde sus casas y porque son pueblos que hablan sus lenguas y todos los contenidos son en español.
Decidieron acudir cada 15 días porque en el contexto de la pandemia su presencia en estos pueblos es un riesgo: los profesores pueden convertirse en el vehículo del virus.
Jaime Bruno Arriaga, es profesor en la comunidad de San Miguel Amoltepec el Viejo en Cochoapa El Grande. Explica que casi 80% de los profesores que dan clases en la Montaña viven en Tlapa donde la pandemia está activa.
Si eso ocurre sería una catástrofe: en los pueblos de la Montaña lo que más hace falta son médicos, medicinas y hospitales. Actualmente hay un solo hospital para atender a enfermos de Covid-19 en Tlapa y tiene apenas 15 camas para los casi 400 mil habitantes de la región.
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