Chilpancingo.- El Gobierno de Guerrero , ONU-Mujeres junto con autoridades federales y 21 municipios firmaron un acuerdo para la aplicación de la estrategia para prevenir, atender, sancionar y erradicar la violencia contra mujeres, niñas y adolescentes en las regiones de la Montaña y Costa Chica.
Este miércoles en Tlapa, la gobernadora Evelyn Salgado Pineda encabezó la presentación y firma de la estrategia para combartir la violencia contra las mujeres, niñas y adolescentes.
En la presentación la gobernadora, junto con la representante de ONU-Mujeres, Belún Sanz Lugue; la presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres, Nadine Gasman Zylberman; la representantes de la Secretaría de Gobernación (Segob), así como 21 alcaldes de la Montaña y de la Costa Chica de Guerrero, y representantes del Congreso local y del Tribunal Superior de Justicia.
En la presentación no estuvo ningún representante de la Fiscalía General del Estado ni tampoco de los pueblos de la Montaña.
La estrategia la presentó la secretaria de la Mujer en Guerrero, Violenta Pino Girón. Dijo que se busca construir las capacidades de las instituciones y de los servidores públicos del estado para atender la violencia que sufren las mujeres.
Pino Girón explicó que buscarán reforzar los centros de ayuda para las mujeres que ya existen, pero también reforzar los presupuestos de los municipios para la implementación de programas que ayuden a prevenir, combatir y erradicar la violencia contra la mujeres.
La funcionaria dijo que con la estrategia se busca el empoderamiento de las mujeres a través de garantizar el acceso, la permanencia y la conclusión de sus estudios académicos.
Además de garantizarles servicios de salud que promuevan la educación sexual pero también que eviten las muertes maternas, el embarazo entre adolescentes. Asimismo el acceso a la justicia y la garantizar la no repetición de los agravios.
La estrategia se presentó en la Montaña porque en los últimos días se han intensificado las denuncias de ventas de niñas para matrimonio en algunos municipios de esa región de la Costa Chica.
En pueblos de estas dos regiones prevalece la costumbre denominada la dote, que originalmente consistía en que una familia daba una ofrenda que podría consistir en comida, panes, flores, animales, cerveza y dinero, pero sin tarifas, a la familia de la mujer. Sin embargo, ahora, la ofrenda ha quedado a un lado y las negociaciones se fijan en la cantidad de dinero.
Estos tratos se hacen entre familias, pero muchas veces sin el consentimiento de las mujeres, que en su mayoría son menores de hasta 13 años. Tras irse a vivir con la nueva familia, las mujeres sufren maltratos y son sometidas a trabajos intensos, como lavar la ropa para todos y trabajar sin algún pago.
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