Chilpancingo.—La mañana de ayer, hombres se llevaron a una mujer de la primaria Francisco Sarabia, en la colonia Renacimiento de Acapulco, cerca de la colonia La Frontera, donde en marzo pasado un grupo cortó el cabello a maestras y alumnas de una telesecundaria.
De acuerdo con el reporte de autoridades de seguridad, alrededor de las 11:00 de la mañana, dos hombres llegaron a bordo de un vehículo hasta el plantel preguntando a los empleados por una mujer y se enfilaron hacia la cooperativa a paso acelerado. Ahí la tomaron y por la fuerza se la llevaron.
El vocero del Grupo Coordinación Guerrero (GCG), Roberto Álvarez Heredia, informó que la mujer era una vendedora de estampas que usualmente tenía un puesto afuera del plantel.
El funcionario explicó que minutos antes de que ingresaran los sujetos, la mujer entró a la escuela para ayudarle a su hermana en la cooperativa, quien al parecer es encargada de la venta de alimentos en la primaria.
Álvarez Heredia señaló que los dos sujetos sometieron a la mujer que buscaban y la sacaron de la escuela por la fuerza para después subirla al auto en el que viajaban y huir.
De inmediato se corrió la voz de lo sucedido, lo que provocó que los padres de familia fueran a recoger a sus hijos y las clases se suspendieran.
Con malos antecedentes. El 20 marzo, cinco o seis hombres entraron a la telesecundaria "Vicente Guerrero", ubicada en la colonia La Frontera, en Acapulco.
Apenas dieron las 8:40 y los hombres —armados con picos y palos— rompieron la malla de protección, ingresaron con violencia y sometieron a los profesores y después a los estudiantes.
De acuerdo con la versión oficial, los agresores entraron a un salón y ordenaron que todos se hincaran. Después a las alumnas les pidieron que se trenzaran el cabello entre ellas y comenzó la vejación: con pinzas de podar y machetes comenzaron a cortarles el cabello. De inmediato, los sujetos fueron al otro grupo e hicieron lo mismo.
Minutos después los hombres salieron con la cabellera de 20 niñas y dos profesoras, así como cuatro celulares. Nadie les impidió la huida.
En Acapulco se encuentran por lo menos 200 escuelas, donde las autoridades no abren sus puertas si no se tiene vigilancia de policías y militares.