Cancún.- El gobernador de Quintana Roo , Carlos Joaquín González, rindió hoy su 4º Informe de Gobierno , ante un Congreso que se debatió entre reclamos y reconocimientos a su gestión, especialmente en torno al manejo de la deuda pública, de la pandemia por coronavirus y de las estrategias para la reactivación económica y turística de la entidad.
De abril a junio las restricciones de viaje de países emisores de turistas al estado, desplomaron el turismo. Se perdieron 104 mil empleos, 16 millones de asientos de avión de cancelaron, se vaciaron 105 mil cuartos de hotel, y dejaron de venir de 3 a 7 cruceros diarios, indicó el mandatario estatal frente a las y los 22 diputados que asistieron a la sesión solemne con motivo del Informe, celebrado en el Congreso local, en Chetumal, bajo protocolos de higiene y sana distancia.
Joaquín González indicó que, gracias a los ahorros y disciplina financiera, fue posible, no sólo reducir la deuda pública heredada, sino hacer frente a la contingencia sanitaria.
“Nos entregaron una administración quebrada. Por cada peso, 85 centavos iban al pago de los servicios de deuda”, recordó, sobre el estado que heredó de Roberto Borge, preso desde 2018, luego de haber sido detenido y vinculado a proceso.
El mandatario dijo que la deuda per cápita en 2016 ascendía a 15 mil 535 pesos, mientras que hoy es de 13 mil 007 pesos, lo que implica una reducción de dos mil 728 millones de pesos.
Pidió a las y los legisladores que, más allá de las diferencias políticas, pensaran en cómo habrían hecho frente a la pandemia, sin el manejo de la deuda y dijo ser el primero en ser autocrítico con su gestión.
El margen económico del estado permitió, sin recibir recursos federales adicionales -dijo- invertir 961 millones de pesos en aumentar en 600% la infraestructura hospitalaria y la reconversión de 966 camas, en tiempo récord.
Fueron contratados 838 profesionales de la salud y con 248 millones de pesos se adquirieron medicamentos, material y equipo de protección para el personal, además de los 44 mil medicamentos entregados a través del programa Médico en tu casa.
Se entregaron un millón 42 mil despensas y más de 500 mil familias obtuvieron vales de gas y el pago de un mes de consumo bimestral de luz. También se dieron incentivos fiscales y descuentos a empresarios por 126 millones de pesos y se logró mantener más de 300 mil empleos, amenazados por el cierre de empleos.
Para prevenir agresiones a niñas, adolescentes y mujeres, se creó el Plan sin Violencia en Casa, se dispuso de la aplicación “Mujer Siempre Alerta” que permite el monitoreo de usuarias las 24 horas del día para la reacción inmediata ante casos de violencia y, a través del 911, se estableció la Red de Salud Mental integrada por 300 psicólogos, con el objetivo de brindar contención emocional a las familias durante la emergencia sanitaria por COVID.
En materia educativa el Sistema Quintanarroense de Comunicación Social (SQCS) , creó el canal 4.2 de televisión abierta, para difundir contenidos educativos y de entretenimiento para estudiantes de preescolar, primaria y secundaria, con cobertura para 350 mil alumnos, al retornar a clases.
La Secretaría de Educación (SEQ) abrió 10 mil 800 cuentas para docentes y directivos y para 287 mil para estudiantes; se habilitaron 10 mil salones virtuales con 50 mil 500 alumnos conectados diario.
Además de la crisis por la COVID-19, que acumula ya 10 mil 813 personas en la entidad, desde el 13 de marzo a la fecha, provocando la muerte de mil 481 pacientes, el estado se vio aquejado por 119 incendios forestales que afectaron 44 mil hectáreas, requiriendo de recursos para equipo y personal que los extinguiera.
En junio, la tormenta Cristóbal afectó a más de 11 mil 423 familias en 88 comunidades, con una pérdida mayor a los 200 millones de pesos en cultivos y animales, además del colapso en caminos, carreteras, puentes y sistema pluvial.
Carlos Joaquín enfatizó que se solicitó ayuda del Fondo Nacional de Desastres (Fonden), pero del presupuesto requerido, sólo se obtuvo el 20%.
El mandatario afirmó que acceder al recurso es “casi imposible” y solicitó a legisladores federales a modificar los criterios de operatividad para que se contemplen daños al turismo, vivienda y caminos
Adicional a la pandemia, los incendios y las tormentas tropicales, en mayo regresó el sargazo, lo que requirió destinar recursos para la recolección de 61 mil 451 toneladas de macroalga en el mar y en las playas; para la colocación del cuatro mil 252 metros de barrera contenedora; la construcción de seis buques sargaceros costeros; para la manutención de 18 embarcaciones menores; para la adquisición de cuatro barredoras de playa, tres tractores, equipo para compactar basura, bandas transportadoras y motogeneradoras.
“Se cubrieron 32 mil metros lineales de playa de 40 playas públicas de nuestros destinos turísticos de Cancún, Playa del Carmen, Mahahual, Tulum, Isla Mujeres, Puerto Morelos e Xcalak. Y tuvimos la colaboración de más de 25 mil voluntarios”, precisó.
Entre las participaciones más críticas al ejecutivo estatal, estuvo la del diputado por el Partido del Trabajo (PT), Roberto Erales Jiménez, quien acusó al mandatario de no ser el líder esperado.
“El gobernador no ha sabido, ni ha querido ser el líder que necesitábamos y pensamos que sería”, expresó y le reprochó haberse vinculado con “grupos de poder ajenos a Quintana Roo”, desplazando a los habitantes del estado de fuentes de trabajo, negocios y puestos de mando dentro de su gobierno.
En su opinión, no hubo estrategia ni buen manejo de la contingencia y aseguró que la crisis no sólo es resultado del virus, sino de una mala conducción del estado.
“Es fácil culpar a la pandemia, pero ya estábamos mal”, sostuvo, para luego recriminar que la titular de la Secretaría de Salud (SESA), Alejandra Aguirre “no dio la cara” durante la coyuntura o que el DIF “desapareció”, que la Comisión para la Juventud y el Deporte (Cojudeq) ha servido para “beneficiar a un grupo de amigos del poder y del presupuesto”, lo mismo que el Instituto Quintanarroense de la Mujer (IQM), que ha quedado “disminuido a su mínima expresión”.
Erales también criticó el desempeño del titular de la Policía Quintana Roo, Alberto Capella, como parte de los funcionarios “polémicos, extravagantes y hasta ridículos, como la seguridad pública”.
Por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el diputado Carlos Hernández Blanco, consideró que la oposición no debe ser freno de los gobiernos y sí una “voz crítica, pero no por ello vociferante”.
Afirmó que antes de criticar al gobierno estatal, el Congreso tendría que ser autocritico y preguntarse por qué no legislaron durante la pandemia, pues estaban más ocupados en “pleitos internos”, motivados por “intereses mezquinos por una silla”.
“No supimos entender que Quintana Roo es uno solo y que la pandemia no tiene colores”, admitió.
Para el diputado Gustavo Miranda, por el Partido Verde (PVEM), para avanzar y rescatar al estado, se debe prescindir del conflicto, por lo cual ofreció colaboración del legislativo, mas “no sometimiento”, ni “pleito”.
En el mismo sentido, Euterpe Gutiérrez, del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), indicó que existe voluntad de trabajar en conjunto, sin que ello sea un “cheque en blanco” y manifestó que no se podía culpar al mandatario estatal por la crisis derivada de la pandemia, mas sí evaluar las omisiones o acciones de su gabinete para atender la coyuntura.
afcl