Quien hizo caravana con sombrero ajeno, bajo el lema “Sin mujeres no hay transformación”, nos platican, es el gobernador de Baja California Sur, Víctor Castro Cosío (Morena), pues a propósito de los 16 días de activismo contra la violencia a las mujeres, presumió que “publicó” leyes en su favor, en temas como paridad y violencia política. El asunto, nos explican, es que omitió decir que esa chamba no fue iniciativa suya, sino de la Legislatura pasada, que no logró publicarlas por un conflicto político con el exgobernador Carlos Mendoza (PAN), por lo que don Víctor sólo publicó estos decretos pendientes… pero con retraso, lo que incluso le valió que en su momento la Comisión de Igualdad de la actual Legislatura lo exhortara a hacerlo el 25 de noviembre, señalamiento que había ignorado hasta ahora. ¡Qué tal la estrategia del mandatario!
La hora de las sanciones
Nos cuentan desde Zacatecas que recientemente las autoridades electorales le dieron un respiro al gobernador David Monreal (Morena), mientras que al diputado federal Marco Flores (Morena) lo sancionaron, ya que hace siete meses, en plena campaña, varias candidatas de oposición y activistas interpusieron sendas denuncias por violencia política de género contra ambos. Finalmente, nos dicen, el Tribunal Electoral local decidió exonerar a don David por el presunto tocamiento de los glúteos a Rocío Moreno, hoy alcaldesa de Juchipila, ya que ella jamás lo denunció al decir que no se sentía agredida. Todo lo contrario, nos añaden, ocurrió con don Marco, quien por gritar en un mitin la frase “¡Arriba las pinches viejas!”, recibió una amonestación pública, además debe emitir una disculpa pública y, de pasadita, debe ir a curso en materia de violencia política contra las mujeres.
Movedero de piezas en el norte
Donde no le tienen miedo al cambio, nos narran, es en Coahuila, pues ahora que el gobernador Miguel Riquelme (PRI) “invitó” al alcalde de Saltillo, Manolo Jiménez (PRI), a ocupar la secretaría de Inclusión y Desarrollo Social, cuando acabe su gestión, el próximo 31 de diciembre, el que casi se queda sin chamba es el extitular de esa dependencia, Francisco Saracho. Pero como no es de cuates dejarse en la cuerda floja, nos mencionan que ayer el gobernador lo nombró secretario de Educación, puesto que había quedado libre desde el fallecimiento de Higinio González, el problema, nos dicen, es que Saracho no sabe mucho del tema educativo, pero como dijo alguien en la anterior administración federal, no hay nada como “venir a aprender”.
Un cargo sin encargos
En Chiapas, nos mencionan, el diputado local por la coalición Morena, PVEM y otros partidos locales, José Antonio Aguilar, está dejando mucho que desear en el inicio de su cargo, pues se ha dedicado a visitar y participar en eventos con alcaldes de la región fronteriza, olvidándose entre selfies y saludos de sus responsabilidades. Lo grave, nos añaden, es que el lugar donde menos se le ve a don José es en su distrito, en el municipio de Frontera Comalapa, además de que, a comparación de sus compañeros no se le ha visto hacer gestión social ni presentar iniciativas de ley. ¿No le habrán explicado de qué iba el encargo?